David Torreblanca (Alicante, 1976) es el hijo mayor del Mejor Pastelero del Mundo, Paco Torreblanca. Se acaba mudar a Madrid para fundar una pastelería y, aunque le abruma la ciudad —acostumbrado a la tranquilidad de Elda—, se encuentra bien consigo mismo espiritualmente y tiene claro su objetivo: "Abrir más a nivel nacional e internacional".
Con esta fuerza vuelve la familia Torreblanca a Madrid con un espacio de alta pastelería, cafetería y tienda gourmet con la marca By Torreblanca en el Mercado de la Paz. Se trata del primer proyecto personal de David Torreblanca, que dejó la empresa familiar hace 4 años después de haber sido durante 31 años director de esta.
Los Torreblanca ya estuvieron en Madrid con dos pastelerías en Juan Bravo y Paseo de la Habana, que se vieron obligados a cerrar. Ahora, David inaugura una elegante y amplia pastelería, que abrió al público el 6 de febrero, es un local independiente, situado en la entrada del mercado en Lagasca, 51.
En sus luminosos mostradores y estanterías no faltan clásicos de la familia alicantina como su panetone, las milhojas de hojaldre caramelizado y vainilla o la 'Gianduja Real', que preparó Paco junto a sus hijos Jacob y David como postre en la boda de los Reyes.
"Le damos un toque de clase a todos los dulces y nuestro producto es ligero y suave, para que sepa a lo que tiene que saber", informa el hijo mayor de los Torreblanca en su nueva pastelería. Además, ha añadido otros dulces como las ensaimadas, los croissants, los bombones o el caviar de chocolate —de Valrhona, el usado en alta repostería—, postres muy madrileños como la tarta de queso y novedades como el pastel de Yuzu.
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En Navidad también contará con dulces como los polvorones, los turrones de Alicante y los roscones. Su horario es de lunes a sábado de ocho a ocho y los domingos solo hasta las cuatro de la tarde.
Vivir en la pastelería
Ya van tres generaciones de los Torreblanca en el obrador de Petrer acumulando más de 150 premios que reconocen tanto la calidad de sus productos como la trayectoria profesional de Paco Torreblanca, considerado el padre de la pastelería moderna. Desde 1964 el repostero alicantino empezó este negocio y acabó sumando a sus hijos Jacob y David Torreblanca.
"Mis profesores han sido mi padre y Ferran Adrià, con el que me fui a trabajar con 14 años", cuenta David Torreblanca. La familia es ahora casi mundialmente conocida —"al estrella Michelin que voy me conocen por mi padre"—, pero los comienzos fueron duros.
David recuerda que su padre apostó por mudarse de Villena a Elda y abrir una pastelería con todos sus ahorros. Al principio no les daba para tener una casa, por lo que la familia dormía en un colchón en el suelo de la pastelería y se duchaba en la bañera que usaban para fregar los utensilios de cocina.
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"Empecé con 8 años a ayudar a mi padre. Ponía la nata a los profiteroles", dice David. Años de duro trabajo que han llevado a su padre a conseguir los galardones de Mejor Pastelero del Mundo en 2022 y a sus hijos y nietos a preservar este valiosos legado familiar.