Uno de los fundadores del Sangría Bar, Raúl Carmona, muestra dos botellas de sangría.

Uno de los fundadores del Sangría Bar, Raúl Carmona, muestra dos botellas de sangría. M. L.

Ocio

El bar de sangrías en la Gran Vía que ha llegado para "romper con el monopolio del vino" en Madrid

Sangría Bar en el Mercado de la Reina es el restaurante que está triunfando por homenajear esta famosa mezcla tan española de vino, licores y frutas.

21 junio, 2024 02:43

Mientras el vino y la cerveza es la clásica bebida que reina en una mesa, la sangría les empieza a ganar terreno en pleno centro de Madrid. La culpa la tiene el nuevo Sangría Bar ubicado dentro del Mercado de la Reina, en Gran Vía, 10.

Esta refrescante bebida, olvidada para muchos, ha conseguido el homenaje que se merece con la apertura del primer bar de sangrías, un concepto que está triunfando entre los madrileños y, sobre todo, los miles de turistas que pasean por la arteria principal de la capital.

Por esta famosa mezcla de vino, licores y frutas decidió apostar Raúl Carmona junto a sus socios del Grupo Mercado de la Reina (Diurno, Museo Chicote y Mercado de la Reina 10 y 12). Donde antes estaba su restaurante Parrilla de la Reina, inauguraron el 4 de octubre este novedoso bar.

"La sangría consensúa una mesa y es una bebida que tenemos muy interiorizada, incluso a nivel internacional. No entendía por qué no había todavía un Sangría Bar en Madrid y empezamos a montarlo", explica uno de sus propietarios, Raúl Carmona.

Aunque su gran apuestan es la sangría, tanto gourmet como casera, también tienen en el restaurante vino, cerveza, tinto de verano y refrescos. "En apenas 6 meses, la sangría ha superado al vino. Se vende un 60% frente a un 40. Hemos venido a romper el monopolio del vino. Es una bebida que no ha sido reconocida como se debería", opina Carmona.

Raúl Carmona, socio de Sangría Bar, sujeta la sangría de la casa.

Raúl Carmona, socio de Sangría Bar, sujeta la sangría de la casa. M. L.

Puedes degustar la sangría de la casa servida en jarra con frutas o en coloridas botellas de cristal como Cabecita Loca, Alma Atlántica, Lolea... Con su tradicional color rojo, pero también blanco y rosé. Las botellas gourmet, que tienen un precio medio de 18 euros, tienen unos diseños tan llamativos que en ocasiones los clientes piden llevárselas de recuerdo.

Todo acompañado de una extensa carta gastronómica de lo más variada que va desde raciones de pulpo a la brasa, berenjenas fritas, sus nuevas patatas bravas 'a la antigua, ojo que pican', calamares fritos a la andaluza, carpaccio trufado de gambón y, de plato principal, no pueden faltar sus carnes a la parrilla. El ticket medio es de 25 euros por comensal.

También se ha puesto de moda en Gran Vía el bikini, un sándwich de proscuitto, queso y mantequilla elaborado a la parrilla. Desde que llegó el 10 de junio al restaurante ha "causado furor", aseguran desde Sangría Bar. Tiene un precio de 12,50 euros.

Aunque la hostelería de la capital ha tenido olvidada la sangría durante años, esta bebida forma parte de las raíces españolas, aunque ni siquiera se inventó en este país. Curiosamente, fueron los ingleses los que descubrieron sus bondades en un barco en el siglo XVII camino a las Indias Occidentales.