En el extremo oriental de Torrelodones, se esconde un tesoro natural, una ruta que promete a los caminantes y ciclistas una experiencia única entre paisajes de gran belleza natural muy cerca de la capital.
Localizada en lo profundo de la Sierra de Guadarrama, esta ruta ofrece a los aventureros un refugio de tranquilidad. Este municipio, conocido por su encanto y serenidad, esconde caminos que cuentan historias y prometen una conexión más íntima con la naturaleza.
Los senderos que serpentean por la región son perfectos para quienes buscan escapar de la rutina y un encuentro cercano con la biodiversidad local.
El aroma que desprenden los pinos y la ligera brisa de la sierra acompañan al visitante desde el primer paso de este camino. Este recorrido comienza en un punto donde se encuentran la Avenida del Lago y la Avenida del Monte, un lugar que marca el inicio de esta fácil travesía. A medida que se avanza, la naturaleza despliega un espectáculo de diferentes tonalidades y sonidos de la flora y fauna de este paraje.
Es aquí, en este entorno mágico, donde se encuentra la Ruta de la Tapia del Pardo. Este sendero circular de 5.2 kilómetros, diseñado tanto para caminantes como para ciclistas, revela paisajes que parecen sacados de un cuento.
Al seguir la ribera izquierda del embalse de Los Peñascales, uno se sumerge en un conjunto de aguas tranquilas y vegetación exuberante, mientras el arroyo de Trofas añade su encanto al escenario.
El trayecto, claramente señalizado, ofrece no solo un deleite visual, sino también una inmersión educativa. Paneles informativos diseminados a lo largo del camino detallan toda la vida floral y animal además de la rica historia de la región, transformando el paseo en una clase al aire libre, combinando el ejercicio físico con el enriquecimiento cultural.
Al llegar a la Avenida del Pardo, el sendero se bifurca hacia el este por el carril bici, un tramo que invita a los ciclistas a disfrutar de una suave travesía entre sombras de árboles y claros que dejan filtrar la luz del sol. Descendiendo por la Avenida del Hito, el camino se adentra en la Urbanización El Monte, mostrando cómo la vida urbana se integra armoniosamente con el entorno natural.
El regreso al punto de partida sigue el curso del arroyo de Trofas, completando un ciclo que reconecta al visitante con el origen del recorrido. La ruta, con un desnivel acumulado de 130 metros, es de baja dificultad, apta para personas de todas las edades.
Puede completarse en aproximadamente una hora a pie o en 25 minutos en bicicleta, convirtiéndola en una opción ideal para un paseo a primera hora de la mañana para disfrutar del frescor matutino o una escapada al atardecer.
Torrelodones, bajo la visión de la Concejalía de Turismo liderada por Felipe Pinto, ha potenciado estas rutas como uno de los principales atractivos de la localidad. La promoción de estos senderos no solo busca atraer a visitantes, sino también fomentar la conservación y apreciación de los espacios naturales que hacen único a este municipio.
Así, la Ruta de la Tapia del Pardo se convierte en una invitación a descubrir la esencia de Torrelodones, a sumergirse en la naturaleza y a dejarse llevar por la historia y la serenidad que emanan de cada rincón. Un recorrido que promete no solo paisajes encantadores, sino también una experiencia enriquecedora que conecta al visitante con la esencia misma de la Sierra de Guadarrama.