Cocituber, el influencer gastronómico con más de 303 mil seguidores, que va publicando en su Instagram los bares de barrio con las tapas y raciones más gochas de Madrid, ha anunciado el cierre de todos sus restaurantes de la región.
"Los bares no soy yo. Son unas personas que llevan mis bares", ha anunciado en primicia en el pódcast La Escalera Roja. Alfonso Ortega (41 años, Ávila) ha decidido cerrar repentinamente sus cuatro restaurantes: Los Clásicos de Cocituber 1 y 2, ambos en Vallecas; Los Clásicos de Cocituber 3, en Alcorcón; y Los clásicos de Cocituber 4, en Fuenlabrada.
"Si no estoy yo allí... ¿Para qué? No me da la vida para tanto. Voy a pagar todos los finiquitos, voy a cerrar todos y me voy a comprar una furgoneta" para "recorrer España sacando material", ha informado en las últimas horas.
A principios de 2023, el influencer gastro se pasaba al otro lado de la barra, abriendo su primer bar en el barrio de Vallecas. Con sólo subir una story a su cuenta de Instagram, Alfonso llenaba el cupo de reservas de su local.
"Fue una locura la apertura. No dábamos abasto con las reservas", explicaba un mes y medio después de la inauguración del primer restaurante el propio Cocituber a Madrid Total.
La fama fue tal que dos meses después tuvo que abrir su segundo local a unos metros del primero: Los Clásicos de Cocituber 2. Esta 'secuela' también se completó de reservas incluso antes de que levantara la persiana. Y con ella vino la tercera apertura en Alcorcón y la cuarta en Fuenlabrada.
A pesar de los buenos resultados en sus cuatro restaurantes, el influencer ha decidido cerrarlos todos; pero advierte que para él, esto no es un fracaso: "Creo que ha sido una manera de aprender a que no te flipes. No tengas 60 empleados", explica Alfonso en La Escalera Roja, que admite haber recibido una buena oferta para clausurar sus establecimientos sin grandes pérdidas.
Aun así, el abulense repetiría la experiencia de ser hostelero: "Cuando abra otro sitio lo voy a abrir con más conocimiento", promete. Además, ha aprovechado su intervención en el pódcast para disculparse ante los clientes que tanto les gustaban sus bares.
Cocido y oreja
Los Clásicos de Cocituber estaban especializados en clásicos españoles como el cocido o las raciones de oreja. Alfonso buscaba en ellos plasmar la esencia de sus vídeos. "El bar de siempre está empezando a morir. Yo quería recuperar eso con un toque moderno. Sabía que iba a ser un éxito, pero la respuesta ha sido brutal", cuenta.
Cómics por las mesas y en las paredes, pósters de clásicos del cine, cuadros de grandes cómicos españoles... Los restaurantes compartían decoración similar y homenajeaban a los clásicos musicales y literarios.
Además, una de las paredes del primer restaurante tenía la cara del propio Alfonso Ortega: "Mi socio la mandó pintar. Yo siempre digo que es la parte más fea del restaurante", indica con humor.
La oreja a la plancha con patatas bravas, al igual que en sus vídeos más virales, era el plato estrella. Pero también tenían calamares a la andaluza, croquetas de jamón, rabo de toro o carabineros, cachopo asturiano de cabrales y cocido, solo ciertos días a la semana, como los viernes. El precio medio por persona era de 25 euros.