Publicada
Actualizada

A sólo 280 metros de donde se encuentra su "hermano no gemelo" se ha inaugurado este 4 de diciembre Roostiq Bar, el nuevo "restaurante donde las bebidas tienen un protagonismo muy grande". Es decir, "lo que para nosotros es un bar", informa su fundador, Zoilo Álvarez.

En el madrileño barrio de Justicia, en un elegante espacio para 80 comensales situado en el número 40 de la calle del Barquillo, abre el nuevo Roostiq, con el que Zoilo Álvarez quiere rescatar el bar de toda la vida: "Más informal" y "comida sencilla". Eso sí, sin perder los clásicos que le llevaron a que el primer Roostiq esté siempre lleno: "los torreznos, el pollo Roostiq, la ensalada César y la famosa tarta de queso".

Un nuevo concepto protagonizado por 700 referencias de vino, con especial representación de los borgoñas y los champanes, además de una sólida propuesta de coctelería centrada en los tequilas, mezcales y whiskies.

Roostiq Bar además se presenta con una propuesta gastronómica que comparte la filosofía del Roostiq original que abrió en 2018 en la calle Augusto Figueroa. Se centra en la calidad del producto y su proximidad, muchos de ellos procedente de la huerta y ganadería de Zoilo en Ávila. Su éxito le llevó a abrir también en Marbella.

El nuevo bar ofrece una carta novedosa que se compone de nueve secciones por un ticket medio de 55 euros por comensal. Comenzando por una sección de entrantes y crudos, se da paso a una selección de embutidos de bellota de sus cerdos, seguida por una propueseta destinada a sus verduras y huevos ecológicos.

Tras ello, hay un apartado de Bar Classics, otro de marisco al fuego y el último dedicado a carnes a la brasa y pescados, respectivamente, con distintos tipos de guarniciones. Mención aparte merece la sección de los postres.

Empezando por las entradas y crudos encontramos algunos clásicos como los torreznos Roostiq, presentados como finas tiras de torreznos hechas al horno y ligeramente ahumadas, o las ostras fine de claire al natural o acompañadas con caviar imperial. 

El marisco y las brasas forman parte esencial de la carta, contando con producto de distintos puntos costeros españoles: desde la gamba blanca de Huelva a la plancha de carbón hasta la gamba roja.

La sección más canalla cuenta con elaboraciones como la hamburguesa con carne de buey gallego Cachena, torreznos, Comté, salsa Bar, pickles y rúcula de la finca o el sando bar de solomillo de vaca al fuego. A su vez, el extenso apartado de carnes a la brasa incluye desde solomillo, hasta chuleta, picaña de wagyu o pluma de bellota.

Finalmente, seis postres diferentes estarán disponibles en Roostiq Bar, donde no falta su clásica tarta de queso acompañada con nata montada y licor amaretto. También sorprenden nuevas elaboraciones como la milhoja de los lunes con merengue y crema pastelera o el bikini de torrija con frutas a la chapa y crema.

Magia líquida

La coctelería también se alza como uno de los pilares fundamentales de Roostiq Bar, con más de un centenar de elaboraciones, en las que se da especial valor a los tequilas, mezcales y whiskies, con más de 300 referencias de estos destilados.

Puedes encontrar desde los clásicos que nunca pasan de moda, como el Dry Martini o el Negroni, hasta las creaciones más innovadoras con espumas, infusiones y destilados exóticos como el Laidy Petite, el Tomate Basil Smash o el ETT, algunos elaborados con ingredientes de la huerta de Roostiq. Detrás de cada copa se encuentra Gabriel Gónzalez como responsable de la coctelería y artista.