
El relojero Jesús López-Terradas en el reloj de Sol. El Español
Adiós a las campanadas de la Puerta del Sol, el reloj deja de dar la hora: la cirugía para hacerlo relucir
"Las horas no suenan y ahora los cuartos tampoco funcionan desde la noche de este martes", informa Jesús López-Terradas, uno de sus tres relojeros oficiales.
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Tal vez no lo hayan notado, pero el reloj más famoso de España, el de la Puerta del Sol, ha dejado de dar sus míticas campanadas cada hora en punto desde el pasado 5 de marzo, aproximadamente.
Además, "las horas no suenan y ahora los cuartos tampoco funcionan desde la noche de este martes", informa Jesús López-Terradas, uno de sus tres relojeros oficiales. Pero la cosa empeora a partir de la semana que viene, cuando el reloj no va a dar ni la hora.
Y es que sus manecillas van a estar totalmente paralizadas durante una semana aproximadamente. Esos son los cálculos del encargado de restaurar 28 años después este reloj, que aseguran que es único por su precisión a pesar de llevar en funcionamiento 159 años.

Interior del reloj de la Puerta del Sol. El Español
Están justamente a mitad del proceso de restauración, por lo que se pueden ver resplandecientes los engranajes, manecillas y ruedas de una parte de la gran estructura de hierro, acero y latón, que conforma el reloj más mirado del país cada Nochevieja.
"Sin llegar a pararse, íbamos viendo que iba perdiendo. Es preferible hacerlo antes de que llegue el momento de que se desgaste", explica Jesús, fundador de la Relojería Losada de Madrid.
De este modo, han empezado a acometer las labores de restauración. "Se ha desmontado para ser limpiado. Se han quitado los desgastes, se han mirado los centros y si están mal se han corregido para quitar desgastes", detalla mostrando las piezas restauradas.
"Las horas llevan sin sonar desde que desmontamos. Cuando terminemos los cuartos -en lo que están trabajando actualmente-, vamos a desmontar el movimiento para la próxima semana y dejará de funcionar el reloj. Estará parado una semana aproximadamente. La semana siguiente se vuelve montar y volverá a funcionar".

Jesús López-Terradas, uno de sus tres relojeros oficiales de la Puerta del Sol. El Español
Los hermanos Pedro y Santiago Ortiz, junto a Jesús López-Terradas son los fundadores de la Relojería Losada y los únicos que pueden acceder al reloj de la Puerta de Sol, desde que ganaron el concurso público para restaurarlo y mantenerlo.
Por primera vez en 28 años, están subiendo las estrechas escaleras de caracol que llevan a lo más alto de la Real Casa de Correos con más frecuencia de lo habitual. Y es que son los encargados de restaurar el reloj. "La última vez lo hicimos en el año 97", cuenta Jesús, de 80 años.

Parte recién restaurada del reloj de la Puerta del Sol. El Español
Justamente, desde el año de la última restauración, Jesús y sus socios son los relojeros oficiales de la Puerta del Sol. Eso conlleva haber cambiado el pasar la Nochevieja en familia —"No cenamos con ellos desde el 97", contaba Pedro Ortiz a Madrid Total días antes de las pasadas Campanadas—, por los nervios para que todo salga perfecto y a no tener tiempo ni para sentarse minutos antes de la medianoche dentro del Kilómetro 0 de la capital.
El reloj tiene una variación de más o menos cuatro segundos al mes. Por ello, acuden a vigilar y ajustarlo un par de días a la semana durante todo el año. Conforme se acerca el 31 de diciembre, esa frecuencia pasa a ser diaria.

Exterior del reloj de la Puerta del Sol. El Español
El reloj de la Puerta del Sol está formado por cuatro esferas visibles desde la calle y ocho agujas. Fue un regalo del relojero español José Rodríguez Losada, exiliado en Londres, que se lo regaló al pueblo de Madrid, que lo puso en marcha en 1866.
Con todo, decimos durante un corto periodo de tiempo 'adiós' a las campanadas de la Puerta del Sol mientras está en marcha esta cirugía para volver a hacerlo relucir.