Las fiestas de San Isidro son una de las más icónicas y representativas de Madrid, una celebración en la que la capital se llena de chulapos y chulapas, pero también del que es uno de sus elementos más característicos, que no es otro que el clavel que portan las chulapas.
A pesar de ser todo un símbolo de estas fiestas, muchas personas desconocen su origen y la razón por la que se utiliza, y es por ello por lo que te vamos a explicar cuál es el significado oculto de los claveles de San Isidro.
Esta flor tiene un lenguaje oculto, aunque realmente no exista un documento oficial que respalde esta versión. Para empezar, el clavel se suele colocar en el pelo, ya sea recogido o suelto, habiendo ocasiones en las que incluso se pueden llegar a portar hasta tres claveles.
La razón de ella es más sencilla de lo que pueda parecer, y es que tiene un significado relacionado con su estado sentimental. De esta manera, si una chulapa lleva dos claveles rojos, indica que se encuentra casada, mientras que si porta dos claveles blancos indica que está soltera. Dado el caso de que lleve un clavel rojo y otro blanco, significa que tiene pareja y está comprometida, mientras que si lleva dos claveles rojos y uno blanco indica que es viuda.
¿Por qué se lleva un clavel en San Isidro?
El clavel es un elemento básico de la indumentaria de las chulapas junto a su mantón de manila y el traje, formado por un vestido chiné, habitualmente rojo o celeste, con mangas de farol, y con una falda larga y ceñida en las caderas, pero con amplio vuelo en los tobillos, además de unos zapatos negros con un pequeño tacón. El mantón de manila debe llevar flecos y estar colgado de los brazos, y también deben llevar un pañuelo blanco en la cabeza doblado en pico, este último usado para poder cubrir el clavel.
En lo que respecta al origen de la costumbre de colocar un clavel con motivo de San Isidro no hay ningún origen oficial, pero si existe una explicación, que tiene que ver con el traje de chulapa, que se creó entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, una época en la que se construyó la identidad del madrileño.
Los chulapos y chulapas eran los vecinos del barrio madrileño de Malasaña, siendo personas a las que también se las conocía como chulos y a quienes se les distinguía por su distinguido traje y la manera de llevarlo. Las mujeres portaban claveles rojos y/o blancos (y rosa en el caso de las niñas), siendo solo tres colores porque por aquel entonces no había tanta variedad e incluso en ocasiones se utilizaban rosas.
¿Por qué se celebran las fiestas de San Isidro?
San Isidro Labrador es el patrón de Madrid, y cada 15 de mayo se celebra en la capital de España su fiesta patronal. Nació en el año 1080 en una familia humilde en lo que actualmente es la calle de Aguas, para posteriormente ganarse la vida en distintas labores como la agricultura o ejerciendo como pocero, y contrajo matrimonio con Santa María de la Cabeza.
Según cuenta la leyenda, llegó a obrar un total de 438 milagros, entre los que se encontraba el de repartir comida entre los más necesitados o su capacidad para hacer que brotase el agua con su vara. Fue en el año 1619, Paulo V beatificó a Isidro Labrador, estableciendo la conmemoración al Santo en la fecha del 15 de mayo, siendo esta la fecha elegida porque fue el día en el que el cuerpo de San Isidro fue trasladado a la Iglesia de San Andrés, donde terminó por descansar en el altar mayor de la Colegiata de San Isidro.
[Fiestas de San Isidro 2024: estos son todos los conciertos gratis en Madrid ordenados por fecha]
Estas celebraciones tienen mucha relación con uno de sus milagros, y es por ello por lo que tiene tanta importancia el agua. La romería se celebra tanto en la Pradera de San Isidro como en sus calles aledañas, siendo una costumbre que tanto las chulapas como los chulapos beban el "agua del santo" de un manantial anexo a la Ermita de San Isidro.
A estas tradiciones hay que sumar la de tomar limonada y comer rosquillas en esta pradera. La limonada se prepara con vino, limón, azúcar y fruta troceada, mientras que a la hora de disfrutar de las rosquillas podemos encontrar tres tipos diferentes, que se conocen como "tontas", si llevan huevo, las "listas", si llevan huevo y están recubiertas por azúcar glas, las de Santa Clara, que llevan una capa de merengue blanco; y las francesas, que incluyen almendras. De esta forma, se trata de unos ricos bocados para poder disfrutar aún más de una celebración a la que no puede faltar ningún madrileño.
Las fiestas de San Isidro se celebran desde finales del siglo XIX, aunque inicialmente solo se usaba el término chulapos para los vecinos de Malasaña que acudían a las mismas, ya que los que lo hacían desde Lavapiés eran llamados los Manolos. En ambos casos se vestían con la tradicional vestimenta para disfrutar de una celebración en la que tampoco podía faltar el baile del chotis, que se bailó por primera vez en el año 1850 en una celebración que tuvo lugar en el Palacio Real. Desde entonces, los ciudadanos lo hicieron suyo y decidieron incorporarlo a sus fiestas.