La Gran Vía de Madrid es, para muchos, el corazón de la ciudad. Cada día miles de personas de diferentes partes del mundo pasean por sus calles, compran en sus tiendas o se hacen fotos delante del mítico edificio de Schweppes. Pero en una calle con tanta vida, este no es el único edificio relevante que podemos encontrarnos.
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Si avanzamos unos cuantos metros, a la altura de la estación de metro de Gran Vía, se alza una de las construcciones más imponentes, el Edificio Telefónica. Se trata de un símbolo emblemático de Madrid, y también de la arquitectura española, considerado uno de los tesoros de principios del siglo XX.
Esta construcción madrileña hizo historia por dos motivos, el primero porque se convirtió en el primer rascacielos de Europa, gracias a sus 15 pisos y casi 90 metros de altura. El segundo motivo reside en su interior, pues sus instalaciones presenciaron la primera llamada transoceánica del mundo, en 1928, fecha en que aún se estaba construyendo, cuando Alfonso XIII habló con el presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge, que se encontraba en Washington.
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Luis Ignacio de Cárdenas, arquitecto del Edificio Telefónica, se inspiró en la arquitectura americana, hasta donde viajó e ideó el edificio, para después volver a España donde concluyó su obra en Madrid al finalizar el año 1929. La construcción es de estilo industrial, cuenta con unos seis mil metros cuadrados y ocupa el número 28 de la Gran Vía madrileña. Sin embargo, aunque la edificación se ideara en Manhattan, Ignacio de Cárdenas imprimió el estilo madrileño en la fachada, donde se pueden apreciar toques barrocos.
Otra de las curiosidades de este histórico edificio es que muchas de sus trabajadoras eran mujeres solteras, desempeñando principalmente la labor de telefonistas en centralita, algo que supuso una gran oportunidad de la inclusión de la mujer en el mercado laboral. El inconveniente venía a la hora de casarse, pues una vez contrajesen matrimonio tenían que dejar la compañía.
Durante 25 años se mantuvo en el puesto de edificio más alto de la capital, hasta que en 1953 se inauguró en Plaza de España el Edificio España, con 117 metros de altura. Desde entonces el edificio se ha remodelado y mantenido con varias intervenciones, tanto en su fachada como en su interior, pasando también por la estructura. Ahora ocupa el puesto 16 de los edificios más altos de Madrid.
Actualmente, el que fue la sede de la entonces Compañía Telefónica Nacional de España, acoge en sus cuatro primeros pisos un espacio cultural sede de la Fundación Telefónica. En él se pueden encontrar diferentes exposiciones, tanto temporales como alguna fija, como su Museo de Telecomunicaciones, ademá de realizar eventos y actividades para todo tipo de públicos.