La familia Fernández todavía no sabe con certeza si los restos humanos hallados este sábado en Toledo pertenecen al pequeño Ángel, de 11 años. “Todavía le tienen que hacer las pruebas de ADN”, asegura su tío Antonio. Pero la experiencia vivida hasta ahora deja poco lugar a dudas. El pasado 11 de enero apareció un pie y, a los pocos días, se confirmó que pertenecía al niño. Ahora, poco a poco, van apareciendo más restos humanos en el vertedero Ecoparque.
Concretamente, la Policía Nacional ha hallado un torso y unos brazos que, a todas luces, pertenecen a Ángel. “Ha venido la policía a informarnos”, asegura Antonio. Este hallazgo, lejos de resolver el caso, solo añade más misterio. ¿Por qué el cuerpo de Fernando, hallado en diciembre en el mismo vertedero, estaba entero? ¿Y por qué el de su primo menor no lo está?
“Ayer mismo una persona de Toledo grabó un camión de la basura de Toledo, más o menos en las mismas zonas y en ningún caso hay cuchillas dentro. Lo que puede hacer el camión es aplastar al niño, pero no cortarlo en trozos”, afirma Sinaí Giménez, presidente de la Sociedad Gitana Española y uno de los portavoces más visibles en este oscuro suceso.
“En todo caso podría estar aplastado, pero no troceados. Llevan un mes buscando y han encontrado una parte del niño hace 11 días y ahora han encontrado los bracitos y el tronco. Faltan las piernas, falta la cabecita…”
Estos restos serán estudiados por el prestigioso forense Francisco Etxeberría, conocido por trabajar en el caso de José Bretón, en las exhumaciones en el Valle de los Caídos o en el caso de Lasa y Zabala, asesinados por los GAL. Por su mesa también pasó el cadáver del cantautor chileno Víctor Jara.
“Yo confío mucho en lo que pueda aportar este hombre”, asegura Giménez. “La policía se puede equivocar, ha pasado antes”. En otras palabras, Giménez está seguro de que los análisis de Etxeberría podrán alumbrar lo que le ocurrió a estos dos primos.
La autopsia practicada a Fernando reveló que no murió de forma violenta y que la causa más probable de su muerte fue la asfixia, pero sin estrangulamiento. Su cuerpo solo presentaba lesiones postmortem por el movimiento del vertedero. Aún así, la familia Fernández sostiene que estas muertes no pudieron ser accidentales y señalan a otra familia de Toledo por los hechos.
Un 'guantacillo'
Estos primos viajaron hasta la capital manchega en busca de la exnovia del mayor, tal y como relató la familia a este periódico al poco de su desaparición. “Fernando estuvo conviviendo un tiempo con una chica, Lucía, pero cortaron. Luego él se juntó con otra chica, pero a la que quería era a Lucía”, aseguró su tío.
“Se iba allí a verla, a buscarla, a hablar con ella. Ya había ido un par de veces”, prosigue Antonio. “Quería volver con ella. Pero Lucía se había emparejado con otro. Lo que pasó allí... nada más que lo saben ellos”.
Al día siguiente de la desaparición, Nicanor y Ángel, padres de los chavales, se personaron en Toledo para buscar a sus hijos, y el primer destino fue la vivienda donde vive Trinidad, la madre de la joven, que es menor de edad. Lucía aseguró no saber nada de su paradero y los padres se fueron.
Pero dos días después, el 12 de diciembre, hubo una segunda visita, una menos amable. Los padres de los jóvenes tiraron la puerta abajo de la vivienda de Lucía, redujeron a su hermana de 14 años y le dieron “una paliza” a la joven, según denunció Jonatan, padre de Lucía, a la Policía.
“Lo que hicieron fue asustarlas un poquitín para asustarlas y darle un ‘guantacillo’. De eso, a hacer la película que están haciendo… Quieren ir de víctimas para conseguir protección policial”, replica Giménez, que está “seguro” de que esta familia está implicada en la muerte de los jóvenes.
Jonatan, el padre de Lucía, se llevó a la menor de esa casa el día 13 de diciembre, el siguiente a la “paliza”, por miedo a que las agresiones fueran a más. Desde entonces la menor está oculta con su padre, por miedo a lo que puedan hacerles.
“Me duele lo de ese chaval a mí, porque lo queríamos un montón”, declaró Jonatan al programa Cuatro al día, en referencia a su fallecido exyerno. “Y que me tenga que ir por un niño al que yo quería mucho, sin tener nada que ver, duele. Duele mucho”, dijo entre lágrimas.
En estas declaraciones, el padre dio más detalles de la agresión que sufrió su hija: “Al segundo día bajaron y la agredieron. Tiraron la puerta abajo, tiraron a la de 14 años para atrás y a Lucía le metieron una hostia y luego pegaron al niño pequeño también [el hermano recién nacido, solo por parte de madre, de Lucía]. Lo tiraron en la cuna y cuando se levantó Lucía a por el niño, le pegaron una patada y la tiraron al suelo. La pusieron de rodillas diciéndole que dónde estaba Fernando, que lo tenía ella”.
La familia de Lucía ha denunciado a los Fernández por amenazas y agresiones. Por otro lado, el caso está siendo instruido por el Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo y se encuentra bajo secreto de sumario. El secreto, aparentemente, está lejos de resolverse.