Poco antes de morir en el Hospital de La Paz, el hombre apuñalado en una zona de paseo y runners en Fuencarral-El Pardo habló de un supuesto culpable. La víctima, de 49 años, contó que una persona le atracó, le pidió dinero y le asestó la puñalada. La Policía Nacional trabaja con esta hipótesis. Los agentes, de hecho, encontraron un cuchillo en los alrededores.

Consultados por Madrid Total, varios vecinos que frecuentan la zona se muestran muy extrañados por el suceso: "Viene gente deportista o familias con niños. Atracar aquí es una tontería, nadie va a llevar dinero. No tiene sentido". 

Los hechos ocurrieron el lunes por la mañana, en el camino del Ortigal, un paseo de tierra junto al arroyo del Monte. Este camino es uno más de esta zona cercana al Monte de El Pardo. La M-40 hace de frontera entre el enorme campo y los barrios residenciales de El Goloso y Mirasierra.

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Además de las sendas, muy cerca del lugar del apuñalamiento está el Club de Hípica La Colina, el restaurante aledaño La Colina, una finca de entrenamiento canino y con un criadero de perros y, algo más alejado, un gran caserón. 

Emergencias recibió el aviso pasadas las 12 horas del mediodía. Pero el apuñalado tuvo que esperar hasta cerca de 30 minutos para ser atendido por los servicios de emergencias. Los sanitarios y los agentes policiales tardaron hasta media hora debido a las indicaciones que habían recibido sobre la ubicación y a los problemas para acceder al lugar. 

Los primeros en ver a la víctima

Carlos, un cliente del Club de Hípica que paseaba a esa hora por la zona con uno de sus caballos, fue uno de los primeros en enterarse de lo que había pasado. Según explica a este diario, una mujer con la cara "descompuesta" le pidió ayuda sobre las 12:05 horas. La chica, que estaba paseando dos perros, le avisó de que había un hombre herido por arma blanca y que estaba siendo atendido por otro varón que decía ser "médico".  

El sanitario, según contó esta mujer a Carlos, se cercioró de que la víctima "estaba sangrando mucho" y que su vida corría riesgo. Según informan fuentes de la investigación a Efe, el apuñalado narró al hombre que le atendió que un varón se le había acercado para pedirle el dinero y, acto seguido y sin mediar palabra, le asestó una puñalada en el pecho. 

El difícil acceso de emergencias

Carlos cuenta que los servicios de emergencias tardaron en llegar a la zona en torno a unos 15-20 minutos desde que se dio el aviso. Pero asegura que los efectivos accedieron a través del Club de Hípica y no por uno de los túneles que atraviesan la M-40. "Si la ambulancia hubiera entrado por ahí, hubiera llegado en cero coma", comenta Laura, otra runner que frecuenta estos caminos. 

Para llegar al Club de Hípica hay que dar una vuelta por un camino de tierra al que se entra por la carretera de Fuencarral-El Pardo, cerca del conocido restaurante Filandón. Una vez en la finca de caballos, los vehículos de emergencias entraron al camino del Ortigal.

Este paseo tiene un tramo muy estrecho, de menos de dos metros de anchura y de difícil acceso para ambulancias, que luego se abre a medida que se accede a campo abierto. En un momento dado, recuerda Carlos, el jinete, se comentó entre las personas que estaban deambulando por la zona que "realmente -los sanitarios- no habían llegado a tiempo". 

A la víctima le apuñalaron en el hemitórax izquierdo, pero estuvo consciente más de una hora. Tenía serias dificultades para respirar. Los servicios sanitarios le intubaron y lo evacuaron lo más rápido posible hasta La Paz. Al hospital llegó con constantes vitales, pero muy grave. Había sufrido una parada cardiorrespiratoria que los facultativos del SAMUR revirtieron usando un tubo torácico para drenar la sangre que manaba por culpa de la herida. El hombre murió poco después en el centro hospitalario. 

"No tiene sentido"

Madrid Total ha hablado con más de media decena de personas que frecuentan este campo de Fuencarral-El Pardo. Varias de ellas consideran que se trata de un suceso "raro". Los caminos atraen a muchos vecinos de la zona residencial de Montecarmelo durante los fines de semana. Personas que hacen deporte, montan en bicicleta o, simplemente, pasean en familia y con hijos. Entre semana acude menos gente. 

Por esta razón, se preguntan cómo es posible que un presunto delincuente quisiera atracar a alguien en una zona transitada por deportistas o paseantes, que como mucho llevan el móvil encima. "Es la primera vez en años que yo veo algo peligroso por aquí. Es extraño. Al final somos gente deportista o familias, incluso con niños (...) A mí me atracas ahora y, como no te dé el teléfono... No tiene mucho sentido", resume un paseante que visita el campo varios días por semana. 

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Laura, que el día del suceso visitó el camino del Ortigal por la tarde, explica que este lugar "siempre" le ha dado "mucha tranquilidad" a la hora de hacer deporte. Aunque le da miedo el suceso "rarísimo" del hombre apuñalado, no dejará de correr por sus caminos. 

El propio Carlos, el cliente del Club de Hípica que pasea con sus caballos todos los días de la semana, también muestra su extrañeza por lo ocurrido: "Me quedé impactado. Lo primero que piensas es que un apuñalamiento de este calibre parece un ajuste de cuentas", dice. "¿Cómo es posible que te peguen un navajazo en el corazón paseando por el campo? (...) Parece increíble que una persona vaya buscando dinero o atracar lo busque aquí", sostiene. 

El Grupo VI de Homicidios de la Brigada Provincial de la Policía Nacional está analizando el arma del crimen. Los agentes trabajan con la hipótesis del atraco, aunque la investigación sigue abierta y no se descartan otras posibilidades.