El kamikaze de Madrid, ante el juez: "El primo de mi mujer sacó medio cuerpo del coche y gritó: 'Sus apartáis'"
El atestado policial adelantado por Madrid Total señala que Samuel sacó el cuerpo por la ventanilla para guiar a Pedro en su fuga, ya que la luna quedó hecha añicos.
4 mayo, 2023 02:31Ante el juez, Pedro Villanueva, el kamikaze detenido por el doble atropello mortal del pasado jueves en Paseo de Extremadura, lamentó profundamente lo ocurrido. "Siento el daño causado", insistió este sábado mientras era interrogado por el magistrado Juan Carlos Peinado. Así lo confirman fuentes judiciales a Madrid Total.
El Mercedes C 200 que conducía acabó con la vida de dos personas, dos hombres de 71 y 82 años, respectivamente, a los que embistió mientras huía de la Guardia Civil.
No obstante, en su declaración, Pedro contradijo una de las principales conclusiones del atestado redactado por la Policía tras el suceso. El kamikaze narró ante el juez que Samuel, el primo de su mujer, que también estaba con él en el vehículo, sacó medio cuerpo del coche, a través de la ventanilla, para tratar de que los viandantes se alejasen del automóvil, que avanzaba veloz fuera de control, y evitar así más atropellos. "Samuel les gritó: 'Sus apartáis, sus apartáis (sic)'", indicó Pedro en el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid.
El atestado policial, avanzado por este medio, apunta a una hipótesis distinta. Recoge que, tras el primer impacto, la luna del coche quedó totalmente destrozada. Por ello, Samuel se agarró al marco de la puerta y sacó medio cuerpo fuera del vehículo, por la ventanilla delantera, para tratar de guiar en su huida a Pedro, que no veía la carretera porque que el cristal estaba hecho añicos.
Pero ante el juez, el detenido aseguró que lo que Samuel pretendía no era sino evitar más atropellos y daños. "Yo iba tocando el claxon [del Mercedes] para que se apartaran", indicó. El fiscal le preguntó por qué no bajó del vehículo para ayudar a las víctimas. Pedro respondió que su intención era escapar de la Policía, ya que llevaba en el maletero cuatro catalizadores robados que había sustraído esa misma mañana en Alcorcón y Aluche. Y no quería acabar detenido.
Además, tal y como ya adelantó Madrid Total, alegó que los frenos del coche fallaron. "El pedal de freno no subía, estaba bajado y no respondía", se disculpó ante el juez. Por ello, insistió en que los dos atropellos mortales no fueron sino homicidios imprudentes. El magistrado Peinado, no obstante, le mandó a prisión por, entre otros delitos, dos homicidios dolosos.
Pedro reconoció el robo de los cuatro catalizadores, pero desvinculó de los mismos a su mujer, Remedios, que también estaba en el vehículo, y a Samuel, primo de ésta. A ambos, dijo, les recogió tras haberlos cometido. De hecho, la huida de aquel Mercedes C 200 plateado se inició en Leganés, cuando una patrulla de la Guardia Civil se percató de que la mujer, de 25 años, llevaba a su hija, una bebé de ocho meses, en brazos, en lugar de en una sillita infantil.
Los agentes de la Benemérita dieron el alto al coche, pero Pedro aceleró y los dejó atrás. Ante el juez, manifestó que lo hizo porque también tenía miedo a ser detenido, ir a la cárcel y no poder ver a sus hijos.
Tal y como revela el atestado policial avanzado por este periódico, en la ficha de Remedios constan nueve detenciones. Principalmente, por hurto y daños. Tiene dos reclamaciones judiciales pendientes. Una, del Juzgado de Instrucción 3 de Fuenlabrada, por un robo con fuerza, y otra, del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 8 de Leganés, por un procedimiento de hurto.
En el historial de Samuel, primo de la mujer, figuran ocho detenciones. Todas ellas, por robo con fuerza. Pedro también había sido arrestado por malos tratos, por un delito contra la seguridad vial y, en otra ocasión, por estafa. Y por varias reclamaciones judiciales, aunque actualmente no tiene ninguna en vigor.
El pasado jueves por la tarde, varias horas después del suceso, Pedro se entregó a la Policía. Acudió por su propio pie a la Comisaría de La Latina, acompañado por su abogado. Se entregó pacíficamente y, nada más entrar en el edificio, confesó que era el autor de los atropellos y de la posterior fuga.
El sábado, ya ante el juez, manifestó que, de haberlo deseado, habría continuado huido más tiempo, pero que ésa no era su intención. Sin embargo, el magistrado optó por enviarle a prisión provisional, sin fianza. Samuel y Remedios quedaron en libertad, pero deberán comparecer en el Juzgado dos veces al mes.
La fuga
La fuga de Pedro terminó en la esquina entre el Paseo de Extremadura con la calle Saavedra Fajardo, después de que el Mercedes, que circulaba a más de 100 km/h y en sentido contrario, atropellase mortalmente a dos hombres que cruzaban la vía.
El coche acabó estrellándose contra otro, quedando inmovilizado. Pedro consiguió escapar a pie, pero la Policía detuvo a su mujer y a su primo. Ambos se resistieron. Los agentes encontraron los catalizadores robados en el maletero. Y requisaron una llave inglesa, un martillo, un cortatubos, un destornillador y un gato mecánico.
El Mercedes está a nombre de Remedios y Pedro no tiene carné en vigor porque perdió todos los puntos en noviembre de 2021.
Desde este sábado por la tarde, el kamikaze permanece en prisión provisional. La Justicia le investiga por dos homicidios dolosos, un delito contra la seguridad vial (por exceso de velocidad), cinco delitos de lesiones, otro de omisión del deber de socorro, otro de abandono del lugar del accidente, conducción temeraria "con grave desprecio de la vida de las personas", cuatro delitos de hurto, daños y desobediencia grave a los agentes de la autoridad.
El juez Peinado se inhibió este sábado en favor del Juzgado de Instrucción número 27 de la capital, que es el órgano judicial que se encontraba de guardia en el momento de los hechos, la mañana del pasado jueves. Y, por tanto, el que abrió las correspondientes diligencias previas y el que procedió al levantamiento de los dos cadáveres.
Actualmente, la hija de Pedro está a cargo de su abuela materna, la madre de Remedios. Casi 50 miembros de la familia de ésta se congregaron el pasado sábado en la puerta de los Juzgados, mientras los tres detenidos declaraban ante el juez.