En un camping cercano a Moralzarzal están "consternados". La hija de uno de los vecinos de este vecindario de casas móviles y caravanas es una de las cuatro mujeres fallecidas en el trágico accidente de la M-608. Se llamaba Erika y, como sus amigas Leonor y Lila, había pasado la noche en las fiestas del municipio de al lado, Collado Villalba. Las tres eran adolescentes, de entre 13 y 16 años. El pueblo de Moralzarzal, en palabras de su alcalde en funciones, padece un "dolor muy grande" tras la tragedia. Se han declarado tres días de luto oficial. 

El accidente se produjo en el kilómetro 38 de la M-608, una carretera de doble sentido que no sólo une Collado Villalba con Moralzarzal, sino que conecta con otros municipios del noroeste de la región como Manzanares El Real o Guadalix de la Sierra. Fue Polina, de 25 años, hermanastra mayor de Leonor, la que cogió el coche y fue a recoger a Villalba a las jóvenes. El municipio celebra estos días los festejos de San Antonio de Padua. 

Una vez de vuelta hacia Moralzarzal, por causas aún por determinar, Polina perdió el control de su vehículo sobre las 5:50 horas y se salió de la carretera por el margen derecho. Según informan a Efe fuentes de la investigación, los primeros indicios apuntan a que la conductora realizó dos o tres maniobras bruscas, invadió el carril contrario e impactó de forma fronto-lateral con otro coche. En este último vehículo viajaba una agente de la Guardia Civil que se dirigía a Villalba para comenzar su servicio. Pese a las múltiples heridas, su vida no corre peligro. 

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Pero las hermanas Polina y Leonor y las dos amigas, Erika y Lila, no corrieron la misma suerte. Quedaron atrapadas en el coche. Los bomberos lograron sacarlas, pero los sanitarios sólo pudieron confirmar los cuatro fallecimientos. La noticia comenzó pronto a circular entre los vecinos de Moralzarzal, donde residían las jóvenes, y el Ayuntamiento lanzó rápido un comunicado lamentando la tragedia y declarando un luto oficial de tres días. 

Polina, que estaba a punto de cumplir los 26, era muy querida y conocida en el pueblo. Dirigía junto a otro hombre el bar Arya, ubicado en la plaza de toros del municipio. En un pueblo de poco más de 13.900 vecinos, se puede decir que Polina, de madre búlgara, era de las más populares. "Daba gusto hablar con ella", ha contado una vecina a este diario. La hostelera estaba muy unida a su hermanastra Leonor, de 15 años. 

En el coche siniestrado también viajaban Lila y Erika. Sus nombres no resonaban tanto en la localidad como el de Polina. Pero en un camping próximo al municipio sí que lloran, sobre todo, el fallecimiento de una de ellas. 

Situado a los pies de una zona natural, se encuentra este vecindario con cientos de parcelas ocupadas por pequeñas casas y caravanas y calles de tierra. 

Fuentes solventes han confirmado a Madrid Total que Lila y Erika eran las dos amigas que viajaban en el coche junto a Leonor y la conductora Polina. En el camping vive el padre de Erika. Estaba separado de su mujer y, por tanto, la adolescente no siempre pasaba los días en este camping. Según cuenta una vecina, la chica era conocida entre los jóvenes del vecindario: "Estamos fatal, muy consternados". Las dos jóvenes tenían 13 y 16 años.