De dos sentidos, popular entre ciclistas y con vistas espectaculares a la sierra madrileña. Así es la M-608, la carretera en la que el domingo murieron cuatro chicas de Moralzarzal, tres de ellas adolescentes, en un grave accidente de tráfico. El alcalde en funciones del municipio no dudó en calificar a la vía de "muy peligrosa". En los últimos años, más viajeros han perdido la vida en ella.
El siniestro que acabó con las vidas de las cuatro mujeres de Moralzalzal se produjo a las 5:50 horas, a la altura del kilómetro 38,600. La conductora del vehículo en el que viajaban las jóvenes se salió de la vía por el margen derecho y, tras realizar dos o tres maniobras bruscas, invadió el carril contrario y colisionó con otro vehículo de forma fronto-lateral, según apuntan las primeras evidencias de la investigación.
Cuando los sanitarios llegaron al lugar, sólo pudieron confirmar la muerte de las cuatro chicas. La mujer que conducía el otro coche, una agente de la Guardia Civil que se dirigía a Villalba para comenzar su servicio, está fuera de peligro.
A lo largo de varios kilómetros, la carretera conecta en dos sentidos los municipios de Collado Villalba, Moralzarzal, Manzanares El Real, Soto del Real, Guadalix de la Sierra y Venturada. Es una carretera en aparente buen estado. Los sábados y los domingos es habitual ver a vehículos reduciendo la velocidad para poder adelantar a los ciclistas invadiendo parte del carril contrario. La vía tiene rectas largas y zonas con curvas.
En declaraciones a EFE, el alcalde en funciones de Moralzarzal, Juan Carlos Rodríguez Osuna, subrayó que la M-608 es "muy peligrosa" -no solo la curva que hay a la altura del kilómetro 38-,, sino también por ser una carretera con "muchísima densidad de tráfico". Cada día, circulan por ella unos 20.000 vehículos al ser un enlace de camiones entre las autopistas A-6 y A-1.
Ningún tramo de la carretera se encuentra entre los cinco más peligrosos de Madrid según la Asociación de Automovilistas Europeos. Pero la hemeroteca da cuenta de varios accidentes que se han producido en la M-608 en los últimos años y que terminaron en tragedia.
Otros siniestros en la M-608
Sin ir más lejos, en junio del año pasado, un joven de 34 años falleció por la noche cuando el vehículo que conducía se salió de la vía y quedó atrapado en el guardarraíl de la M-608, en el kilómetro 37, cerca del punto donde colisionaron las jóvenes el domingo.
En 2020 se produjo otro choque frontal, pero no hubo que lamentar fallecidos. En aquella ocasión, la colisión se produjo en el kilómetro 21, a la altura de Manzanares El Real. Los heridos fueron dos hombres y una mujer. En enero de ese mismo año, una conductora también resultó herida tras salirse de la M-608 y chocar contra un árbol, también en Manzanares.
En este municipio, unos meses antes, un joven de 17 años falleció tras salirse de la vía por la noche y caer por un talud de unos tres metros de altura.
En octubre de 2017, otras dos personas murieron en la carretera a su paso por Guadalix de la Sierra. Su vehículo se salió de la vía y se estampó contra un árbol. En marzo de 2016, la víctima fue un motorista de 50 años que chocó contra una vaca que ocupó la calzada en el kilómetro 18, en Soto del Real.
El Ayuntamiento del Boalo-Cerceda-Mataelpino suspendió la programación de sus fiestas patronales en enero de 2016 por la muerte en moto de un joven de 20 años de la localidad que chocó contra otro turismo y cayó a la calzada. El siniestro se produjo en el km 28.
Antes de estos sucesos, se produjo un siniestro con dos fallecidos a causa de otro choque frontal, a la altura del kilómetro 15 (Soto del Real). La colisión fue tan violenta que los conductores, de 25 y 30 años, murieron al instante.
"Querida y emblemática"
En Moralzarzal están consternados por el trágico accidente que acabó con las cuatro jóvenes vecinas. El Ayuntamiento ha declarado tres días de luto. La conductora del vehículo que, al parecer, se salió de la vía se llamaba Polina, una chica "muy querida" por los vecinos.
La joven regentaba un bar de copas situado en la plaza de toros del municipio. Estaba a punto de cumplir los 26 años y, una persona que trabajó con ella, la recuerda como la vecina "más querida" y "más emblemática" del municipio, "incluso más que todos los alcaldes". Otros vecinos del pueblo también destacan de Polina su gran carácter: "Daba gusto hablar con ella".
Polina, de madre búlgara, cogió el coche para ir a recoger a su hermanastra Leonor y a dos amigas de la adolescente tras haber pasado la noche en las fiestas de Collado Villalba. El choque mortal se produjo cuando ya estaban de vuelta hacia Moralzarzal.