Las salpicaduras conducen a la puerta del piso de unos vecinos. Un piso okupa. La noche anterior se produjo un intento de agresión machista en su interior. Un hombre acabó con una puñalada grave en su antebrazo al tratar de defender a una amiga del ataque de su exnovio. El agresor, un ecuatoriano de 31 años, tenía una orden de alejamiento. Pero acudió a la vivienda, forzó la puerta y comenzó la trifulca. 

En ese momento, la mujer estaba en el piso con dos amigos. Durante la pelea, el agresor cogió un cuchillo e intentó a agredir a su expareja. Uno de los amigos se interpuso y se llevó una cuchillada profunda en el antebrazo que le provocó un "sangrado arterial".

Los sanitarios llegaron y le hicieron dos torniquetes. Fue trasladado en estado grave al Hospital Infanta Cristina de Parla. Aunque su vida ya no corre peligro.

El atacante huyó del lugar. A las pocas horas, la Policía Nacional lo encontró escondido en casa de un familiar y lo detuvo por un supuesto delito de malos tratos, lesiones y quebrantamiento de condena. 

La Travesía de Getafe se encuentra en el norte de Parla, a pocos minutos a pie de la estación de Cercanías. Es un barrio tranquilo, de bloques de pisos humildes de poca altura. En la calle, varios vecinos hablaban este lunes sorprendidos por el suceso: "Aquí nunca ha pasado nada... ¿Sucesos así?, el primero en el barrio", asegura Noelia, que insiste en que es un lugar "muy bueno", al que "vienen todos los niños a jugar". 

Esta mujer creció en esta zona de Parla. Reconoce que, antes de la pandemia, algunos pisos comenzaron a ser okupados, aunque no se escuchan "gritos" ni se ven "peleas". Sus palabras coinciden con las de otros huéspedes de la Travesía. Aunque si uno pregunta dentro del portal 11, donde ocurrieron los hechos, la historia cambia. 

"Situación insoportable"

Los pisos del bloque 11 de la Travesía de Getafe se construyeron en 1976, según los datos del catastro. Rondan los 50-70 metros cuadrados. El edificio tiene cinco alturas y unos espacios comunes mal iluminados. En su interior residen vecinos de diferentes nacionalidades: españoles, marroquíes, latinos... 

Según informa Europa Press, el piso estaba okupado. No queda muy claro cuando entraron los últimos okupas en la vivienda. Unos vecinos sostienen que en enero y otro cree que llegaron hace dos meses. En lo que sí coinciden es que se trata de una vivienda "llena de problemas" en el que hay mucho movimiento. 

Entre los problemas que relatan los vecinos consultados, destacan los ruidos. Otra persona asegura que "no dejan dormir" por las noches, ponen música "a todo volumen" incluso de madrugada, como "Reggaeton" y "Cumbias", y que se escuchan "peleas" violentas. 

Por ello, a esta misma persona no le sorprende lo ocurrido el domingo. En el interior de la vivienda, indica, viven jóvenes latinos. Entre ellas, la mujer y también  una niña muy pequeña. 

"En general, en este bloque estamos tranquilos, es de los mejores. El problema es que hay dos pisos okupados. En este siempre hay líos. Se mete más gente, no se respeta, dejan la puerta del portal abierta...", dice otro inquilino. "Molestan mucho", resume. Al menos hasta 2022, el piso perteneció a la sociedad Avir Investments 2016 SL.