El magistrado al frente del juzgado de Instrucción número 14 de Madrid ha enviado a prisión comunicada y sin fianza a Jesús M. S. y a Estrella G. por el presunto asesinato el pasado lunes de la comerciante Concha en su tienda de Tirso de Molina, en pleno centro de la capital.
Según ha informado el juzgado de guardia en una nota, el hombre, un delincuente madrileño con numerosos antecedentes por robo, se ha negado a declarar. A los dos criminales se les imputan los delitos de homicidio y robo con fuerza. El juzgado de Instrucción nº 50 se ha hecho cargo de la investigación y ha declarado el secreto de las actuaciones.
Los hechos ocurrieron el lunes sobre las 13:25 horas, cuando Concha, una comerciante de toda la vida de 61 años, estaba a punto de cerrar su negocio familiar, Vistebien, dedicado a la venta de uniformes laborales. En ese momento, Jesús entró a la tienda con la intención de robar la caja registradora y fugarse con el botín.
Todo apunta a que la comerciante opuso cierta resistencia y el delincuente acabó asestándola tres puñaladas, una de ellas en el abdomen, que resultaron fatales. Al parecer, la otra mujer implicada en el asalto habría abierto la puerta de la tienda para que él entrase a por el dinero.
Los dos criminales huyeron de la escena del crimen. A partir de ese momento, la Policía Nacional inició la búsqueda. En poco más de 24 horas, agentes del Grupo V de homicidios detuvieron a los dos individuos en la calle Atocha, a 260 metros del lugar del asesinato.
Jesús M.S. es un delincuente madrileño de 58 años con numerosos antecedentes por robos con violencia, tenencia ilícita de armas o tráfico de drogas. Estrella, la otra arrestada como presunta cómplice del crimen, es la compañera sentimental del autor del asesinato. En su historial delictivo figuran antecedentes contra el patrimonio.
Ambos son viejos conocidos de la zona. Durante la detención, Estrella delató a su pareja acusándole de ser él el único autor material del asesinato.
Tienda de "toda la vida"
Vistebien es una de las tiendas de "toda la vida" que resisten en la céntrica plaza madrileña, a cinco minutos a pie de la Puerta del Sol. Concha era la encargada del negocio, que su marido José Miguel heredó de su padre sobre los años 90. De hecho, este empresario estaba al mando de la otra marca familiar, José Luis y sus Chaquetillas, también ubicada en Lavapiés.
Al conocerse la noticia, numerosos vecinos de esta zona de Embajadores mostraron su consternación. La tienda de Tirso de Molina permanece cerrada desde el asesinato del lunes. Los vecinos colocaron en la puerta del local una ofrenda floral y candelabros en memoria de la fallecida. Concha estaba a punto de ser abuela y tenía intención de jubilarse pronto.