Madrid es una ciudad llena de historia y cada una de sus calles es más interesante que la anterior por toda la cantidad de acontecimientos que han ocurrido en ellas. Asimismo, otro de los datos más curiosos de la capital son la peculiaridad de algunos nombres de sus vías.
Sin duda, el callejero de Madrid cuenta con una gran historia, ya que, entre su listado de calles, están desde las que tienen las anécdotas más peculiares hasta aquellas que cuentan con los nombres más raros.
A continuación, te vamos a contar cuál es la calle que tiene el nombre más largo e inmemorizable de toda la Comunidad de Madrid.
¿Cuál es la calle de Madrid con el nombre más largo?
Recordar el nombre de una calle a veces no es una tarea sencilla, pero si además estamos hablando de vías que tienen un nombre peculiar, que es difícil de recordar y que además es largo, pues la tarea para memorizar esta dirección se vuelve más compleja.
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Así, la calle con el nombre más largo y difícil de recordar de toda la Comunidad de Madrid es Glorieta del Alcalde de Canillas Cipriano Santillana Moreno. En concreto, el motivo del nombre de esta calle se debe al alcalde de Canillas entre 1932 y 1939, ya que, su origen genera una gran curiosidad.
Sin duda, las personas que vivieran en esta calle tendrían un gran problema a la hora de tener que indicar su dirección, sobre todo, por lo largo que es el nombre de esta vía. Por lo que es probable, que en estos casos se olvidaran de alguna palabra.
No obstante, el punto positivo de que esta vía tenga un nombre tan largo es que en realidad nadie puede vivir en esta calle, ya que, se trata de una glorieta. El motivo es que no se suelen poner nombres tan largos y complejos a calles que son habitables porque casi supondría más bien un quebradero de cabeza y un tragaleguas para los vecinos que vivieran en esta vía.
Cerca de uno de los edificios más famosos de la capital
Otra de las curiosidades de esta calle, que se encuentra ubicada en el barrio de Sanchinarro, es que esta glorieta, cuyo nombre es muy peculiar, se encuentra muy cerca de uno de los edificios más famosos de la capital.
No obstante, hay que destacar que este edificio no es muy famoso por algo positivo, ya que, se considera uno de los edificios más feos de la capital. Esta edificación es el Mirador de Sanchinarro.
El nombre original de este edificio, el Mirador de Sanchinarro, tenía el objetivo de destacar una de las peculiaridades del inmueble, ya que, gracias a su altura y a la abertura con la que cuenta en el interior de la estructura, permite disfrutar de unas buenas vistas de la Sierra de Guadarrama.
Este edificio, que es obra de la arquitecta Blanca Lleó, destaca por contar con una arquitectura posmoderna. Un estilo que se identifica en la mezcla de tonos grises de su fachada con un color intenso naranja, así como por el violento contraste de esta estructura con los edificios de la zona.
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