El pasado mes de mayo, Carlos, un hombre discapacitado de 33 años, murió atragantado por varios trozos de carne cruda en Leganés. Siete meses después, todavía no ha llegado la autopsia. Su padre ha roto su silencio porque tiene una terrible sospecha: que su propia familia haya asesinado a su hijo.
Esa autopsia que no llega será la clave para estudiar si emprende acciones legales por asesinato. Insistimos, contra su propia familia.
Carlos falleció en Leganés el 15 de mayo de 2023 en su domicilio atragantado por enormes trozos de carne cruda sin masticar que le causaron asfixia, según consta en el informe del Summa 112.
"La autopsia se está dilatando mucho y podría apuntar a una muerte violenta", ha señalado a Europa Press el abogado del padre. Este despacho se ha personado recientemente en el caso como acusación particular.
El fallecido convivía con su madre y hermanos, quienes parecían tener, según el letrado, "una mala relación" con el fallecido debido a la carga familiar que suponía, entre otras razones.
"Todo apunta a que puede existir una muerte violenta que no está avanzando en su investigación y que lleva siete meses sin dar ningún tipo de desarrollo", señala el letrado.
Ante estas sospechas, el padre, a través de su defensa, solicitó al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Leganés que tiene el asunto un informe de autopsia para decidir si emprende posibles acciones legales y que se investigue el caso por un supuesto delito de homicidio o asesinato.