Ronda los 48 años y practica el Derecho Civil en un despacho pequeño, donde ingresa alrededor de 45.000€ anuales en régimen de autónomo; reconoce dificultades para conciliar la vida laboral y personal y denuncia haber experimentado algún tipo de maltrato, descortesía o restricción en el ejercicio de su profesión. Así es el retrato robot de los 75.000 abogados y abogadas madrileños, según el I Estudio integral sobre la situación de la abogacía madrileña que ha hecho el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) junto con GAD3.
Pero no son los únicos datos destacados. El estudio también advierte de que un 71% de los abogados ha sufrido algún tipo de maltrato verbal o escrito, descortesía o restricción en el ejercicio del derecho de defensa, informa Efe.
El estudio destaca que las dilaciones en la tramitación de los procedimientos, los retrasos injustificados en la celebración de actuaciones judiciales y el trato desconsiderado verbal y escrito son las vulneraciones más frecuentes.
Al analizar la relación entre la vulneración del derecho de defensa y el género se observa que las mujeres superan la media y en cuanto a la edad el grupo más afectado por este tipo de situaciones se encuentra entre los 36 y 45 años.
De los abogados que han sufrido alguna clase de vulneración un 96% declara haber experimentado dos o más situaciones de este tipo.
Un 61% ha optado por no hacer nada al respecto, un 29% lo ha denunciado en redes sociales o en su entorno profesional, un 19% ha presentado una queja en organismos de la Administración de justicia y un 13% la ha presentado en el Colegio de la Abogacía.
Además, el estudio refleja que el 52% de los profesionales tiene dificultades para conciliar la vida profesional con la familiar y en el caso de las mujeres el porcentaje sube al 58%.
Asimismo, siete de cada diez abogados jóvenes trabajan por cuenta ajena, muy diferente de la media de la profesión en la que predominan los autónomos.
La mayoría de los colegiados ejercen en un despacho, el 65%, mientras que dos de cada diez, el 19%, son abogados de empresa, un ocho por ciento trabaja en la función pública y un 4% se dedica a la docencia o a la investigación, y el pluriempleo está presente en la profesión, con un 6%.
El 73% de los abogados ejercientes trabaja en despacho pequeños o unipersonales, en particular los mayores de 45 años mientras que los menores de 35 tienden a estar en mayor medida en despachos más grandes, el 19%.
En la abogacía de oficio, a la que están inscritos un 7% de los colegiados, priman los despachos pequeños, de entre dos y diez personas, y sobre todo unipersonales.
Más de la mitad de los abogados, el 52%, trabaja como autónomo. Un 5% se define como autónomo trabajando para un empleador, lo que se conoce como "falso autónomo", siendo una situación más frecuente, hasta un 9%, en el caso de los jóvenes.
Contrariamente a la media los menores de 35 años tienden a inclinarse hacia el empleo asalariado, lo que sugiere un cambio en la tendencia laboral.
De los mejor pagados
Según los datos del estudio los abogados madrileños se situarían en la parte alta de la tabla de las profesiones mejor remuneradas de media al ganar en promedio unos 45.700 euros brutos anuales, con un 52% superando los 40.000.
Los abogados jóvenes, entre los que cada vez hay más mujeres, en general destacan la precariedad laboral y la falta de experiencia como las dificultades principales que se encuentran al iniciar su carrera profesional.
Según el estudio, uno de cada diez abogados está utilizando la inteligencia artificial en el día a día.
Eugenio Ribón ha concluido que el informe refleja las necesidades de mejorar en dignidad de la profesión, conciliación y apoyo a los jóvenes, entre otras.