Javi llega puntual a la cita. En el corto trayecto entre el Palacio Real y la boca de metro de Ópera ha identificado a cuatro carteristas. Nada menos. "Son siempre los mismos", asegura. Desde mediados de este año, Javi y Álex coordinan un ejército de 200 pares de ojos bien abiertos, atentos a los ladrones que se mimetizan entre la masa para robar al descuido, principalmente, a los turistas. Ellos son Patrulla Madrid, los vigilantes anónimos que señalan a los carteristas y que acumulan más de 70.000 seguidores en Instagram.
Esta historia comenzó en mayo de este año. Javi, guía turístico, fue testigo de un robo al descuido en el centro de Madrid. Vio como le robaban a una señora a las puertas del Palacio Real, y no se quedó quieto. Se enfrentó a la carterista y, en el forcejeo, se rompió la rodilla. "El día que pueda volver a correr voy a emprender una guerra, una vendetta, entre comillas", pensó. Y así lo hizo.
En cuanto pudo caminar, montó una cuenta de Tik Tok que bautizó como La Revolución de los Pitos. Javi se inspiró en Monica Poli, la italiana de 57 años que se hizo famosa por denunciar carteristas en Venecia. "Attenzione, pickpocket!", gritaba la mujer, ante la presencia de ladrones.
La cuenta de Javi "llegó a 22 millones y pico 'me gustas' y unos 200.000 seguidores". Pero la andadura de esta revolución duró poco, ya que la red social china le cerró la cuenta. Fue entonces cuando le contactaron de Patrula Barcelona, que cuenta con un amplio recorrido. Sus homólogos catalanes le explicaron cómo lo hacían y le animaron a volver a intentarlo.
Javi volvió a la carga, ayudado por su amigo Álex, empresario e informático. Junto con otra serie de colaboradores crearon la cuenta de Instagram y animaron a comerciantes y vecinos a sumarse a esta nueva revolución.
"Poco a poco esta bola se ha ido haciendo más y más grande. Comerciantes, guías turísticos, vecinos... Es lo que digo siempre, no es nada organizado. Somos voluntarios todos, cada uno de un padre y una madre", explica Javi.
"Según va habiendo más seguidores en el perfil de Instagram, la gente nos manda más detalles, fotos y vídeos", prosigue Álex. Su metodología es sencilla. Graban, observan, avisan, pero en ningún caso se enfrentan. No son "policías frustrados" ni se las quieren dar de héroes. Por eso, ambos piden permanecer anónimos. Ni caras ni apellidos.
El clan de Torrejón
En la corta historia de esta inciativa, han identificado, al menos, a 80 carteristas que operan en el centro de la villa. "Esta zona es un hervidero", asegura Javi, mientras pasea por la plaza de Oriente con este periodista.
Ahora la cosa está tranquila, porque "están de vacaciones". La mayoría de los ladrones que han identificado son rumanos de etnia gitana y, durante las navidades, tienden a volver a su país de origen.
Según sus averiguaciones, el clan más activo de la zona centro está afincado en hostales de Torrejón de Ardoz. Entre ellos está Andrei D., quien presume de fajos de dinero en efectivo en redes sociales, como se puede apreciar en el fotomontaje que abre este reportaje. Gracias a la labor de la patrulla, Andrei ha abandonado los alrededores del Palacio Real. "Le reconocía todo el mundo". Ahora, "se mueve más por la zona de Cibeles y Neptuno".
"Se ve que son una organización criminal. Se dividen zonas, intercambian entre ellos. Los grupos tienen una forma de vestir, tienen una forma de actuar". No hay sutilezas. Los careos son constantes, pero nunca han llegado a las manos, al menos, desde mayo.
Un segundo clan -a todas luces, también rumano- está afincado en la zona centro. "Una familia entera", aseguran. También han identificado otras nacionalidades, pero en mucha menor medida. Españoles, casi ninguno. Los ladrones nacionales tienden a moverse más en el Rastro.
El núcleo duro de esta patrulla ciudadana lo componen una docena de personas, todas anónimas. Los colaboradores, en cambio, se cuentan por cientos. Cualquiera puede enviar vídeos, fotos o cualquier dato que considere relevante para identificar a un carterista. Insistimos, ya van 80 identificaciones en pocos meses.
Se fragua una demanda colectiva
Pero la labor no se queda simplemente ahí. Patrulla Madrid ya está en contacto con el Ayuntamiento de Madrid y los cuerpos policiales para informar sobre la actividad de los carteristas.
Javi y Álex ya han asistido al comité de seguridad del Distrito Centro y están en contacto con varios políticos y mandos policiales. Destacan que la respuesta del Ayuntamiento está siendo "impecable". "Por lo menos, escuchan. En Barcelona, ni Jauma Colboni ni Ada Colau se sentaron a hablar con la patrulla".
La idea a largo plazo es generar una demanda colectiva para acusar a los clanes de pertenencia a organización criminal. Porque el hurto menor a 400 euros, aunque el detenido sea reincidente, no se pena con dureza en el código penal. "Al día siguiente están en la calle". Haciendo lo mismo, claro.
"Una de las cosas que le pedimos al Ayuntamiento es poner carteles en las calles. 'Zona de carteristas' o 'Pickpocket area'. No quieren, por imagen". Peor imagen, consideran los entrevistados, da que un turista vuelva sin cartera a su país de origen.
No hay más que pasear por el centro para darse cuenta. Los visitantes asiáticos -de Corea del Sur, principalmente- van tranquilos y descuidados, acostumbrados al riguroso civismo de su cultura. "Ahí vas al baño y te dejas el móvil en la mesa, y sabes que al volver va a estar", afirma Álex.
En cualquier caso, insisten en la buena recepción del Consistorio a la inciativa y a solucionar el problema. Madrid sigue siendo una ciudad muy segura, de las mejores capitales europeas en este aspecto. "Queremos que siga siendo así".