"Cuando les daba las chuches aprovechaba para tocarles. Yo le pregunté a mi hijo: 'Pero, ¿por encima del pantalón?'. Y me respondió que no, que les desabrochaba el pantalón y les metía la mano". Este fue el relato de que Vanesa dio a este periódico en diciembre de 2020. El caso de El Toba, el frutero pederasta de Valdeavero, acababa de estallar.
Más de tres años después, Cristóbal L.C., ya está condenado en firme a 19 años de cárcel por la Audiencia Provincial de Madrid por violar a un chico de 15 años en su propio domicilio en agosto de 2022. Sin embargo, las causas contra el frutero se acumulan en los juzgados.
Este martes, El Toba será juzgado de nuevo en la Audiencia Provincial de Madrid por dos delitos de abuso sexual y corrupción de menores. Los hechos se remontan a julio de 2020 y se enfrenta a una pena de siete años de cárcel.
En otro de los procesos penales en los que está investigado se enfrenta a una petición fiscal de 98 años de prisión por abusos sexuales a más de una decena de niños.
En este caso, pendiente de juicio, los abusos se cometían en la frutería que regentaba el acusado o en su domicilio, en la localidad madrileña de Valdeavero, al oeste de la Comunidad de Madrid.
Las víctimas, diez menores de entre 3 y 13 años, eran amigos de uno de sus hijos e hijos de su entorno. Según relataron las madres de dos víctimas a este periódico, cuando estalló todo, el hombre atraía a los menores con chuches y gusanitos.
"Yo me juntaba al lado de su frutería con una chica que tiene un niño bebé y yo tengo otra nieta de dos añitos. Le hacía muchos más cariños al niño bebé, al varón, que a mi nieta. Es una fijación, para él son carne de cañón", contó Nines, abuela de una presunta víctima. "Mi hija se había quedado con la mosca detrás de la oreja porque su hijo era muy amigo del hijo del Toba. Así que le preguntó al niño. Se echó a llorar y confesó".
En aquel momento, la Guardia Civil tenía cursadas una decena de denuncias por abusos sexuales a menores de edad, todos niños varones. Al menos dos de esas denuncias incluían abuso con acceso bucal, es decir, por realizar felaciones a los menores.
100 euros por tener relaciones
Los hechos objeto del procedimiento que se juzga este martes se produjeron el 24 de julio de 2020 cuando el encausado, a través de WhatsApp, se puso en contacto con un menor de 15 años.
Tras haber conversado con el menor, le ofreció 100 euros por mantener relaciones sexuales y le solicitó que le enviara fotos de sus genitales. Él hizo lo propio. El fiscal califica los hechos como constitutivos de un delito de Abuso Sexual a menor de 16 años y de un delito de corrupción de menores y un delito de exhibicionismo y provocación sexual.
El encausado deberá abonar 2.100 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños morales causados de los hechos narrados.
Desde que quedó en libertad provisional, los vecinos de Valdeavero han protestado para reclamar a la Justicia su ingreso en la cárcel por temor a que se acercara de nuevo a los niños.
El Toba ingresó a finales del mes de octubre en la prisión de Soto del Real tras ser condenado. La Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid ordenó que entrara en la cárcel por apreciar posible riesgo de fuga.