A finales del mes de enero, las policías Nacional y Municipal, desarticularon un clan de la droga dedicado a la venta de cocaína en Hortaleza. Pocos días después, un grupo armado con machetes amenazó y robó a varios menores de edad en el mismo distrito. A finales del pasado noviembre, una banda juvenil dejó un reguero de heridos por machetazos y robos por Madrid. Tres casos en dos días. Todos estos episodios tienen un elemento en común: los delincuentes se movían en patinete eléctrico.

Este vehículo tan de moda se ha convertido en un elemento habitual en numerosos delitos registrados en la capital. Su uso se ha disparado. El patinete eléctrico es muy versátil, ligero y relativamente barato. No tiene matrícula y, debidamente trucado, puede alcanzar fácilmente la velocidad de una moto de baja cilindrada sin hacer ruido.

El uso de este vehículo se disparó en España tras la pandemia. El temor al contagio incrementó el número de ventas de los vehículos de movilidad personal (VMP) y, según diversas estimaciones, cada día circulan por nuestro país más de un millón de patinetes.

El estudio Brand Tracker revela que España es el segundo país europeo donde mejor acogida tienen los patinetes eléctricos (71% de los encuestados), tan solo por detrás de Polonia (80%). Y dentro de esta tendencia, Madrid está a la cabeza. Una subida tan pronunciada del uso en toda la población, hace que el incremento porcentual sea muy similar entre los delincuentes.

Asesinato de Isaac

El suceso reciente más grave donde los patinetes fueron clave es el asesinato del joven Isaac López Triano en julio de 2021. Aquel día, Isaac fue alcanzado en el túnel de Pacífico por sus agresores, tres menores ya condenados, tras una persecución de varios minutos por la calle de Méndez Álvaro.

Tras caer al suelo, le agredieron y David Bárcena -ahora condenado a prisión permanente revisable- le asestó por la espalda cuatro navajazos mortales. Murió de inmediato y a escasos metros de su madre, quien se encontraba retenida en un coche patrulla tras ser alertada por un amigo. El asesino confeso pertenecía a la banda latina Dominicans Don't Play. El asesino y sus tres cómplices se movían en patinete eléctrico.

Este no es el único incidente protagonizado por bandas juveniles en el que los patinetes han jugado un papel fundamental, aunque sí el más mortífero. A finales de noviembre, se registraron tres agresiones graves en dos días con el sello de estos grupos criminales. La Policía Nacional empezó a hablar de "la banda del patinete".

El 27 de noviembre llegó el primer caso. Ocurrió en torno a las 21 horas, en la plaza del Dos de Mayo, en el distrito Centro. Un joven español de 19 años fue agredido por varios individuos vestidos de negro. Primero le golpearon y patearon, y luego le intentaron cortar el cuello con un machete. Uno de ellos iba en patinete.

Ese mismo día, en el distrito de Tetuán, un joven de 16 años fue atracado y agredido por varios jóvenes de una banda. Le rajaron la pierna con un machete y le robaron el patinete. Posteriormente, la Policía Nacional corroboró que se trataba de una venganza por una agresión anterior.

Al día siguiente tuvo lugar un caso idéntico. Cinco jóvenes dominicanos se acercan a un chico de 16 que iba por la calle Fuencarral. El hecho de que la calle estuviera repleta no amedrentó a los agresores. Sin mediar palabra, le dieron una paliza y le acuchillaron en el antebrazo. Los agresores le robaron el móvil, aunque su objetivo principal era, precisamente, un patinete. De nuevo, uno de ellos se movía en uno de estos VMP.

'Telecoca'

Los camellos también han visto en el patinete eléctrico un aliado para mover mercancía por Madrid con rapidez, facilidad y discreción. El pasado octubre, la Policía Nacional detuvo a cinco personas, cuyos clientes pedían todo tipo de drogas a través de aplicaciones de mensajería y las repartían en patinetes eléctricos.

Dos hombres realizaban las funciones de provisión interna de las sustancias y dirigían los envíos de la droga. Las mujeres, en un nivel inferior de la organización, concertaban los contactos con los compradores y les entregaban las drogas dentro de los portales o en la vía pública. Las entregan generalmente en horarios de tarde y noche, también en zonas de ocio y discotecas del centro de la capital.

En los cuatro registros efectuados, los agentes incautaron gran variedad de sustancias estupefacientes como cocaína, éxtasis, tusi, marihuana o hachís, que eran ofrecidas a modo de catálogo. También hallaron 160.000 euros en efectivo.

Pocos días después, la Policía Municipal de Madrid detuvo a un hombre de 32 años en el distrito de Puente de Vallecas al que incautaron 199 papelinas de cocaína listas para vender. De nuevo, iba en patinete eléctrico.

A finales de enero de este año, la Policía Nacional desarticuló otra red de telecoca que traficaba en el distrito de Hortaleza a bordo de patinetes eléctricos. El operativo dejó nueve personas detenidas.

Los agentes realizaron cinco registros en domicilios y en un establecimiento comercial. La Policía halló en el interior de estos inmuebles más de 200 envoltorios de cocaína dispuesta para su venta, un arma de fuego, cuatro patinetes y 8.900 euros en efectivo, entre otros efectos.

La lista de telecocas desmantelados es larga. Es un modelo de negocio ilegal muy anterior al boom de los patinetes. Sin embargo, los patinetes eléctricos han sustituido a los coches y motos en este tipo de delitos. Los ejemplos se cuentan a pares.

Prohibido en el Metro

Aún sin criminalidad de por medio, los patinetes son objeto de debate. Desde el pasado 4 de noviembre está prohibido en la Comunidad de Madrid entrar en el transporte público con patinetes o monociclos eléctricos.

La normativa fue aprobada por razones de seguridad, después de la explosión de una batería de uno de estos dispositivos en el interior de un tren que se encontraba en la estación de La Elipa, en la Línea 2 de Metro.