El centro de Madrid vuelve a ser el escenario de una lucha vecinal contra una gran empresa. Esta vez le ha tocado a los inquilinos de Tribulete 7, en Lavapiés, que viven en guardia desde hace semanas por la intención de los propietarios del edificio de venderlo a la socimi Elix House Renting.
Un total de 54 familias viven de alquiler en este inmueble, y ahora viven con gran incertidumbre la transacción que, viendo el historial de la empresa, amenaza con dejarlos sin casa.
"El proceso todavía no ha finalizado. Existe la intención clara de comprar el edificio porque estaba en el acta para la junta de accionistas que se celebrará este martes, que es día 13 de febrero, y ahí se votará la ampliación de capital para comprar este edificio, junto con otros", explica Cristina Gómez, inquilina de Tribulete 7 desde marzo de 2020.
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"Nos enteramos porque salió una noticia en prensa de que Tribulete 7 estaba en el acta de la junta de accionistas de Elix Rental Housing para ampliación de capital en comprar el edificio". No es el único inmueble afectado.
También están en el radar de Elix los edificios de Boldano 5 (Ciudad Lineal) y Salvia 1 (Tetuán). En total, cerca de "100 vecinos afectados" entre los tres edificios, según denuncia el Sindicato de Inquilinas de Madrid. La batalla está servida.
"Yo no he leído el contrato de compra, obviamente, pero si nos remitimos a la manera que ha tenido de actuar esta empresa en ocasiones anteriores, el plan es liquidar los contratos cuanto antes", prosigue Gómez.
"Está sucediendo ahora mismo en el edificio de Galileo 22 [comprado recientemente por Elix]. Sabemos que su intención siempre es rescindir el contrato de los inquilinos inmediatamente y echarlos de sus hogares".
El Sindicato de Inquilinas de Madrid, junto a los vecinos del barrio, han convocado una protesta este martes en Serrano 51, frente a la sede de la socimi. Contactada por este periódico, la empresa no ha desmentido su intención de comprar el inmueble.
"Elix todavía no es propietaria de Tribulete 7. Estamos llevando a cabo el proceso normal de compra de un edificio, en donde antes de escriturar, se señaliza el edificio", señalan fuentes de la empresa.
"El objetivo es rehabilitar el edificio para garantizar las condiciones de habitabilidad y seguridad necesarias y las viviendas estarán destinadas a uso residencial. En ningún caso el edificio será destinado a viviendas de uso turístico", prosiguen.
"Entendemos que los vecinos puedan estar intranquilos por el desconocimiento. Por ese motivo, nuestro objetivo es contactar con ellos uno a uno para explicarles la situación y ofrecer la mejor solución para cada uno de ellos".
Sin embargo, la asociación de vecinos de Tribulete 7 ha defendido que quieren "una comunicación con todas las familias reunidas y no de forma individual". "Hay gente que lleva aquí más de 10 y 20 años. Viven familias con hijos pequeños, con discapacidad y personas mayores que ya no pueden acceder el mercado laboral", detalló Antolín Sánchez, portavoz de los vecinos a Europa Press.
Asimismo, el portavoz del vecindario ha lamentado que desde el Ayuntamiento de Madrid "no puedan hacer nada". Según ha explicado, antes de la celebración del pleno ordinario de la Junta Municipal de Centro, que tuvo lugar este jueves, hablaron con el concejal Carlos Segura: "Nos dijo que lo sentía, pero que no son sus competencias".
"Yo llevo 33 años en este bloque, básicamente desde que nací. Mi abuela llegó en 1976. Han venido mediadores a hablarnos, pero lo que no nos gusta es que se haga de forma individual porque hay personas mayores. Además, nos recalcaron que nuestros hogares sólo eran alquileres. No es verdad, es mucho más que eso", defiende Sánchez.
"No tenemos tanta incertidumbre, porque creemos que si se efectúa la venta van a intentar echarnos ya. Lo que tenemos es incertidumbre sobre nuestro futuro. Probablemente nos intenten echar con las mismas técnicas que están utilizando en Galileo 22, que son intimidación, extorsión y ese tipo de cosas", sentencia Gómez.