Este lunes, algunos conductores que circulaban de madrugada por los largos túneles de la M-30 vivieron un complicado y peligroso momento. Un coche se encontraba circulando en sentido contrario por el carril izquierdo. Una conductora kamikaze al volante podría haber provocado una fuerte colisión frontal, pero por fortuna, en este episodio, la sangre no llegó al río.
Muy diferente y trágico fue el caso de otro conductor kamikaze que, a finales de enero, provocó un brutal accidente en el kilómetro 19 de la A-3 en el término municipal de Rivas Vaciamadrid. Una colisión que terminó con la vida del propio kamikaze, que viajaba solo, y con la de dos jóvenes de Arganda del Rey de 23 y 26 años.
Y es que, el problema de los conductores kamikazes no es tan excepcional como pueda parecer y en lo que llevamos de año se han registrado al menos cuatro de ellos y en el citado caso se produjeron tres muertos.
La Fundación CEA (Comisariado Europeo del Automóvil), cuya misión es reducir la lacra que suponen los accidentes de tráfico, define en su web conductor kamikaze como un "conductor que circula en sentido contrario a la marcha poniendo en riesgo su vida y la de otros automovilistas, por distintos motivos: vivir una aventura, un despiste, intención de suicidio, exceso de alcohol o drogas".
La definición acepta que un kamikaze puede serlo por diversos motivos, pero hay un matiz importante: puede ser intencionado o no. Y es que, según la legislación española, no existe un delito tipificado sobre este tipo de conductores, sino que, dependiendo del caso, se les suele acusar de delitos contra la seguridad vial, de conducción temeraria y, en algunos casos, delitos contra la salud pública, en caso de que hayan consumido drogas.
Tal y como informan desde la Fiscalía de Seguridad Vial, el artículo del Código Penal que mejor encaja con los conductores kamikazes es el 380, que se centra en la conducción temeraria. En este artículo se establece que "el que condujere un vehículo a motor o un ciclomotor con temeridad manifiesta y pusiere en concreto peligro la vida o la integridad de las personas será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años".
Además, el artículo 381 del citado código establece penas de "dos a cinco años de cárcel" a todos aquellos que realicen conducción temeraria "con manifiesto desprecio por la vida de los demás".
Por ejemplo, el pasado martes 9 de abril, la Guardia Civil detuvo a tres personas por participar en carreras ilegales de coches en la M-45, grabarlas y difundirlas en las redes sociales. Se les acusaba de delitos de conducción temeraria y contra la seguridad vial, los mismos con los que se juzga a los conductores kamikazes. Sin embargo, el objetivo de estos jóvenes nunca fue el colisionar contra otro coche, como sí puede suceder con un conductor kamikaze. Además, jamás circularon en sentido contrario.
A finales de abril de 2024, aún no se han publicado las memorias de la Fiscalía de Seguridad Vial que muestran el número de delitos de esta índole que se han producido. Sin embargo, En 2021, se dictaron en España 138 sentencias por el artículo 381. En 2022, fueron 114. Lo que indica que es un delito que va a la baja.
Por otro lado, el número de delitos de 'conducción temeraria' recogidos en el artículo 380 subió entre 2021 y 2022: fueron un total de 1.928 sentencias dictadas frente a 2.120, respectivamente.
Al menos cuatro kamikazes en 2024
En lo que llevamos de año, se han contabilizado al menos cuatro conductores kamikazes que encajan con las conductas previamente descritas. El primero de ellos tuvo lugar el jueves 11 enero, cuando una mujer que conducía en sentido contrario chocó contra un taxi a la altura del circuito de Madrid Jarama, en la localidad de San Sebastián de los Reyes. Por fortuna, ninguna persona resultó herida, pero la conductora kamikaze dio positivo en alcoholemia y fue arrestada.
El segundo Kamikaze fue el más mortífero. Los hechos sucedieron a las 5:30 horas del pasado sábado 27 de enero en el kilómetro 19 de la A-3 en el término municipal de Rivas Vaciamadrid. En este punto, se produjo un choque frontal en el que murieron el propio kamikaze de 37 años y dos jóvenes de 23 y 26 años. También resultaron heridos otros tres jóvenes de Arganda del Rey que viajaban en el mismo coche que los dos fallecidos. Al parecer, este kamikaze circuló más de 9 kilómetros en sentido contrario por la A-3
El tercer kamikaze de 2024 tuvo lugar tan solo unos días después. En la madrugada del sábado 3 de febrero, la Policía de Arganda del Rey, junto con la Guardia Civil interceptaron un vehículo que circulaba en sentido contrario por la Avenida de Madrid en dirección a la autovía A-3. Por fortuna, este conductor no colisionó con nadie y se le pudo detener e identificar gracias a las cámaras de seguridad.
Y por último este mismo lunes, agentes de la Policía Municipal detuvieron hacia las 01:40 horas de la madrugada a una conductora kamikaze que circuló varios kilómetros en sentido contrario desde la A-5 y pasando por los túneles de la M-30.
La mujer, de origen colombiano y de 53 años, dio positivo tras realizar la prueba de alcohol con una tasa de 0,91, cuando el máximo permitido es de 0,25. Además, entre sus pertenencias, encontraron una bolsa con un polvo blanco que han mandado analizar, aunque la principal hipótesis apunta a que se trata de cocaína. Cuando los agentes vieron la bolsa, la mujer les dijo que era comida.