Las 'chicas de imagen' de Opium siguen trabajando: "Ahora nos llaman 'invitadas' y no pagan en efectivo"
El dueño de la discoteca ha sido detenido como presunto autor de un delito contra los derechos de los trabajadores por explotación de decenas de mujeres.
22 junio, 2024 02:15Opium es una de las discotecas de Madrid que paga a chicas jóvenes para incitar al consumo de alcohol a los hombres en los reservados y, de esta manera, que se gasten más dinero en botellas. Ahora se ha conocido una operación de la Policía Nacional que ha detenido al dueño de dicho club del barrio madrileño de Chamberí, por la explotación laboral de estas mujeres a las que llaman "chicas de imagen".
La detención tuvo lugar a finales del mes de mayo después de un registro llevado a cabo por agentes en diciembre, según informa la Jefatura Superior de Policía de Madrid. A pesar de esto, una de las jóvenes que trabaja habitualmente en Opium como chica de imagen cuenta en conversación con Madrid Total que en estas semanas "no ha cambiado nada" y que todo sigue igual.
"Simplemente, ahora no nos llamamos 'imágenes', sino 'invitadas'", explica sin querer revelar su identidad. Además, también dice que los pagos antes se hacían en efectivo y ahora se hacen por medio de una aplicación de móvil.
La joven asegura que sus superiores en la discoteca les han informado de que todo continúa con normalidad, puesto que la situación "se solucionó con su representante legal hace unas semanas", cuando tuvo lugar la detención.
Esta trabajadora, que prefiere mantener el anonimato, narra que también estuvo en la discoteca la noche que sucedió el registro en diciembre. "Se llevaron a todas las 'imágenes' sin papeles a comisaría", aclara.
La Jefatura Superior de Policía de Madrid ha comunicado que, en concreto, se identificaron a 22 mujeres de entre 20 y 30 años que trabajaban sin estar dadas de alta en la Seguridad Social y con la exigencia de vestir de una determinada manera a cambio de entre 50 y 80 euros la noche.
Un reclamo para los clientes
"Obviamente, cobrábamos en negro. Nadie te garantiza que te vayan a pagar. Si no ibas vestida como a ellos les gustaba, te dejaban sin cobrar. Igual que si no estabas lo suficientemente animada o te pasabas bebiendo, que en teoría es lo que tienes que hacer, te pagaban menos o directamente no te pagaban", recordaba una de las chicas que trabajaba en este ámbito el pasado mes de mayo a Madrid Total para denunciar lo que vivían.
"Teníamos que ir siempre con tacones y con vestido. Maquilladas y arregladas. Te obligaban a ponerte en las mesas que decían y estar con los clientes toda la noche, beberte su alcohol y hacer que consuman más", contaba otra de las chicas que había dejado este mundo tras años siendo una 'imagen'.
Opium no es la única discoteca en la que podemos ver estas prácticas. Oh My Club, Tiffany's, Shoko, Mon o Nazca también usan mujeres como reclamo para los clientes. En algunos casos, como Oh My Club, de forma regularizada, cómo explicaba de forma anónima uno de sus trabajadores a este periódico. "Llevan una gestión laboral muy correcta e incluso los relaciones públicas tienen un contrato", comenta.
En este club, las chicas están señalizadas con el rango de "influencers". "Abre los siete días de la semana y tienen a sus imágenes fijas. Les compensa hacerles un contrato donde se estipula las horas que cubren y el sueldo, como en cualquier otro empleo", comenta el hombre.
Una bolsa de trabajo de 200 mujeres
La investigación policial, llevada a cabo por los agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, se inició en el marco de un control policial desarrollado sobre varias discotecas de la capital en el que los agentes trataban de identificar si existían casos de explotación sobre las "chicas de imagen".
La Policía Nacional detectó una alta afluencia de jóvenes que coincidían con ese perfil en el negocio del detenido. La investigación evidenció que estas mujeres eran captadas por diferentes vías, entre ellas las redes sociales, y el personal de la discoteca les solicitaba que enviasen fotografías para obtener su visto bueno.
Una vez dentro, pasaban a engrosar una bolsa de trabajo compuesta por unas 200 mujeres, gestionada a través de un grupo de una aplicación de mensajería instantánea.
Una vez detenido al supuesto autor de un delito contra los derechos de los trabajadores, La Policía Nacional mantiene abierta la operativa contra la explotación laboral de la mano de la Seguridad Social y la Inspección de Trabajo ante la posibilidad de que existan más casos similares en otras discotecas madrileñas.