Las calles de Madrid han vuelto a ser escenario de un atropello con fuga. Esta vez, ha ocurrido en la avenida de Córdoba con la calle Tomelloso, en el distrito de Usera. Los hechos han ocurrido en la noche del jueves, hacia las diez y media, cuando un vehículo se ha llevado por delante a un hombre que viajaba en su patinete eléctrico.

El coche implicado en el atropello ni siquiera se ha parado a auxiliar a la víctima sino que se ha marchado a gran velocidad y de forma inmediata.

Algunos de los testigos, que han sido los que han avisado a los servicios de emergencia, ya han sido interrogados por la Policía Municipal que ha sido la que ha realizado el atestado y ha abierto una investigación para localizar al conductor fugado.

El joven de 31 años ha sufrido un traumatismo craneoencefálico severo. Los equipos de Samur-Protección Civil lo han tenido que estabilizar e intubar antes de trasladarlo en estado bastante grave al Hospital 12 de Octubre, según ha informado Emergencias Madrid.

La Policía Municipal de Madrid ha conseguido recabar numerosos testimonios que han aportado datos claves sobre el vehículo y el propio conductor implicado en el atropello grave y espera poder localizarlo en las próximas horas.

Atropello en Santa Eugenia

Este es el segundo atropello con fuga que se produce en los días que llevamos de esta semana en Madrid capital. El pasado lunes, a las doce de la noche, un joven venezolano de 26 años murió frente a la estación de Santa Eugenia tras ser atropellado contra una farola.

Sin embargo, la investigación de la Policía Nacional, en este caso, destapó que no era un accidente sino que se trataba de un crimen puesto que los agentes descubrieron que la víctima había quedado precisamente con el conductor del coche para la compraventa de un móvil.

También establecieron que el autor del atropello era un joven español de 22 años que, supuestamente, era la persona que iba a vender el móvil y que algo debió de salir mal en la transacción porque ambos discutieron y luego el vendedor se subió al coche y atropelló a la víctima hasta matarla.

El presunto asesino se presentó en una comisaría para confesar lo que según él había sido un accidente, que no el crimen, pero los testigos y las distintas pruebas muestran que el atropello, en este caso, fue intencionado.