Desde finales del mes pasado y en este inicio de agosto, Madrid está siendo testigo de un calor intenso, con temperaturas que rozan los 40 grados. Los madrileños tratan de mantener sus hogares frescos y habitables, mientras los termómetros no dan apenas un respiro.
El calor extremo no solo provoca incomodidad, sino que también representa un desafío para la salud y el bienestar, especialmente para los más vulnerables, como los niños y los ancianos. Y ello sin tener en cuenta que supone el caldo de cultivo perfecto para los incendios forestales.
En medio de esta situación, muchas familias recurren a sistemas de refrigeración y aire acondicionado, lo que incrementa significativamente el consumo de energía y, con ello, las facturas eléctricas. Además, este aumento en el uso de energía tiene un impacto considerable en el medio ambiente. La búsqueda de soluciones más sostenibles y eficientes se ha convertido en una necesidad. Es por ello que es interesante analizar por qué se produce esta situación de cara a buscar cómo paliarla.
Antigüedad de las viviendas
"El principal motivo de la ineficiencia es la antigüedad de las viviendas", afirma a Madrid Total la directora comercial de Rehabilitación de UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), Rocío Santiago.
Añade que en Madrid muchas casas fueron construidas hace décadas, "antes de que las normativas de eficiencia energética actuales entraran en vigor". A su parecer, "esto se traduce en un aislamiento térmico inadecuado en paredes, techos y ventanas, lo que provoca pérdidas de calor en invierno y fresco en verano. Además, muchos edificios todavía utilizan sistemas de calefacción y refrigeración poco eficientes energéticamente".
La antigüedad del parque inmobiliario es un factor crucial. Santiago señala que la media de edad de los edificios en España ronda los 43 años, lo que significa que aproximadamente 4 de cada 5 edificios son ineficientes energéticamente.
En Madrid, 8 de cada 10 viviendas tienen certificaciones energéticas E, F o G, las peores en una escala de la A a la G. "Esto provoca que los hogares consuman más recursos de los necesarios y que los propietarios paguen más en sus facturas", añade Santiago.
Fachadas y tejados
Santiago destaca la importancia de la rehabilitación energética: "Mejorar fachadas y tejados puede reducir el consumo de energía entre un 25% y un 30%. No solo se reducen costes, sino que también se crean ambientes más saludables y cómodos".
Aislar fachadas y cubiertas con un Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) ayuda a mantener el calor en invierno y el fresco en verano. "Es como ponerle un 'abrigo' al edificio", explica Santiago.
Para impulsar la rehabilitación energética, existen ayudas públicas como los Fondos Next Generation EU. "Este programa, parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), cuenta con 3.420 millones de euros para financiar la renovación y mejora energética de edificios residenciales y viviendas", dice Santiago.
Estas ayudas pueden cubrir entre un 40% y un 80% de los costes de rehabilitación, y los beneficiarios pueden recibir entre 6.300 y 18.800 euros por vivienda, dependiendo del ahorro energético conseguido. Además, hay incentivos fiscales de hasta el 60% en obras de rehabilitación, vigentes hasta finales de 2024.
Recomendaciones de la Comunidad de Madrid
La Comunidad de Madrid también ofrece una serie de recomendaciones prácticas para mantener las viviendas frescas durante el verano:
- Evitar la entrada del sol: Bajar las persianas y correr las cortinas desde las primeras horas de impacto solar.
- Ventilar por la mañana: Aprovechar las horas más frescas para renovar el aire de las habitaciones.
- Crear corrientes de aire: Abrir ventanas o puertas contrapuestas para facilitar el flujo de aire.
- Cambiar los tejidos: Usar telas más finas y suaves en edredones, fundas y cortinas.
- Enfriar la cama: Usar botellas de agua helada o bolsas de agua fría para refrescar la cama antes de dormir.
- Utilizar agua: Beber agua abundante, tomar duchas refrescantes y aplicar agua fría en muñecas y cuello.
- Fregar con agua fría: Fregar el suelo con agua fría para reducir la temperatura interior.
- Ventilador: Colocar un recipiente con hielo y sal gruesa delante del ventilador para enfriar el aire.
- Plantas: Usar plantas en ventanas y balcones para amortiguar el calor.
- Apagar electrodomésticos: Reducir el uso de electrodomésticos y luces para evitar el calentamiento del ambiente.
Con estos consejos y medidas de rehabilitación energética, es posible mantener los hogares en Madrid frescos y confortables durante estos días de calor, mientras se contribuye a la sostenibilidad y se reducen los costes energéticos.