El Metro de Madrid tendrá mamparas anticaídas en sus andenes. Se colocarán en la Línea 6. Este peculiar sistema ya se probó en la red del hace más de 15 años en algunas estaciones de MetroSur. Pero la idea no se extendió. La compañía enmarca su nueva iniciativa como parte de la renovación integral de la L-6. El nuevo sistema de puertas también se integrará en la L-8.
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso quiere automatizar la L-6, la famosa línea 'circular' de Madrid que conecta 28 estaciones del suburbano, como Plaza Elíptica, el intercambiador de Moncloa, Avenida de América, Cuatro Caminos o Ciudad Universitaria. Este lavado de cara traerá al trayecto vehículos nuevos más rápidos y que no necesitarán conductor. Para que los trenes funcionen sin maquinistas será necesario instalar estas puertas automáticas y renovar, además, la señalización ferroviaria.
Ni la Consejería de Transportes ni Metro de Madrid vinculan la colocación de mamparas al objetivo de frenar los arrollamientos de las personas que caen a las vías. Desde la empresa defienden en declaraciones a este periódico la medida como un paso más para "modernizar" el servicio.
Sin embargo, en los pliegos de contratación de este proyecto en la L-6 se detalla que los sistemas PSD (Sistemas de Puertas en Andén) se utilizan "cada vez más en el ámbito ferroviario para garantizar la seguridad de los clientes".
"Representan un elemento de seguridad importante que previenen en el acceso voluntario o involuntario de los clientes a la plataforma de vía, además de prevenir el acceso a elementos de alta tensión o el lanzamiento de objetos a la vía", se argumenta en el documento, elaborado por el Área de Ingeniería de Instalaciones de Metro y que se puede consultar en el portal de contratación regional.
Más de 20 arrollamientos al año
Los arrollamientos de trenes a pasajeros son sucesos que se producen más o menos a menudo en la ciudad. SAMUR-Protección Civil se moviliza decenas de veces de enero a diciembre para atender este tipo de incidentes. Así se refleja en un fichero del portal de datos abiertos del Ayuntamiento de la capital que recoge todas las activaciones registradas anualmente por el servicio municipal de emergencias.
Analizando estas cifras se concluye que en 2021 los sanitarios del SAMUR atendieron al menos 29 arrollamientos. En 2022 el número cayó a 23 atropellos y, el año pasado, se elevó a 28. En el fichero se habla de "arrollamientos de metro y/o tren". Es decir, no se distingue si ocurrieron en el subterráneo o en otro servicio ferroviario, como pueda ser Cercanías.
En cualquier caso, otra fuente consultada, conocedora del día a día del Metro, estima que se produce una media de un arrollamiento "cada dos semanas", es decir, lo que se traduce en unos 26 a lo largo de los 12 meses del calendario. Una buena parte de ellos "son suicidios", subraya. Al igual que Metro, esta misma persona coincide en que la instalación de mamparas es una medida obligada cuando se opera con trenes sin conductor.
Las barreras 'anticaídas' o 'antisuicidios' separan a los pasajeros de los trenes en movimiento hasta que la entrada al convoy sea segura. El sistema está formado por mamparas protectoras de cristal colocadas a lo largo del borde del andén. Representan así una separación entre las vías y la plataforma donde se acumulan los viajeros al entrar o al salir. Estas mamparas, según los pliegos de la licitación, tienen unas puertas que se sincronizan con las del tren. Solo se abren si el coche se encuentra "totalmente parado".