Los taxistas de Madrid están en pie de guerra contra los 'los tironeros', unos conductores cuya competencia desleal consiste en recoger a los pasajeros sin respetar la proximidad de las paradas de taxi. Una situación que se produce, sobre todo, en las estaciones de Atocha y Chamartín y en el aeropuerto de Barajas, especialmente cuando hay obras en las instalaciones.

Desde el sector del taxi denuncian que, en los últimos meses, el problema "ha aumentado" y que 'los tironeros' llegan a tener comportamientos "violentos" cuando los compañeros les reclaman que se dirijan a la  zona de recogida de pasajeros. 

La Ordenanza Reguladora del Taxi establece en su artículo 49, centrado en 'Paradas', que se pueden establecer "puntos específicos de parada, en los que los vehículos autotaxi podrán estacionar de forma exclusiva a la espera de pasajeros".

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En dicho punto, se especifica que "los vehículos en circulación no podrán tomar viajeros a menos de 100 metros de los puntos de parada establecidos en el sentido de la marcha, salvo que recojan a una persona con movilidad reducida".

Además, la citada ley también señala los puntos en los que se producen los problemas con los 'tironeros': "En aeropuertos y estaciones, la espera y recogida de viajeros se hará siempre en los puntos de parada, y en los servicios contratados por radiotaxi, teléfono o medios telemáticos, en los lugares habilitados al efecto".

Los 'tironeros' hacen caso omiso a esta regulación. Desde la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM), explican en conversación telefónica a Madrid Total que prestar servicio estando "a menos de 100 metros de una parada de taxis" supone una sanción de carácter "grave", cuyas multas oscilan entre los "301 a los 800 euros".

Estas fuentes explican que los 'tironeros' no son "titulares de licencias", sino "asalariados". Tampoco les importa "el sector del taxi", solo quieren "ganar dinero" aprovechándose de la situación. 

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Por otro lado, estas fuentes también apuntan a que en un taxi que para a pie de calle, aplica "la tarifa 1 durante el día y la tarifa 2 durante la noche, cuyos precios de inicio de servicio son 2,50 euros y 3,15 euros respectivamente". Sin embargo, los vehículos que comienzan su viaje en una parada de taxis, aplican "la tarifa 7", cuyo importe de inicio del servicio es de 7,50 euros, algo que muchos pasajeros saben. 

Desde la FPTM explican que, según la normativa, la obligación de los taxistas que estén a menos de 100 metros de una parada, es "indicar a los pasajeros que no se les puede recoger en ese punto" y que deben "desplazarse hasta el punto de recogida". 

Pero la realidad es que hay "sanciones diarias" por este tema: "Le compete a la Policía Municipal o la Inspección de Transportes sancionar estos comportamientos. Hay dos tipos de 'tironeros', los que recogen a los pasajeros a menos de 100 metros de estaciones como Chamartín y Atocha, y otros que sistemáticamente se van a las 15.30 horas al aeropuerto a recoger pasajeros que llegan de los vuelos transoceánicos y se ponen en una zona que no es la de recogida".

Fuentes de la FPTM cuentan que tienen detectados a "una decena" de 'tironeros' que llevan a cabo estas prácticas, lo que, en algunas ocasiones, ha dado lugar a "enfrentamientos y peleas violentas". Explican que, "como no siguen las normas", pueden prestar dos servicios en el mismo tiempo que un taxi que sí las sigue "ha dado uno solo". 

"En la estación de Chamartín los 'tironeros' tienen un truco: cuando un taxi finaliza un servicio tiene que volver a la parada a esperar a nuevos pasajeros. Los 'tironeros' se ponen la puerta de entrada de la estación y esperan a que salga la gente para recogerles directamente", explican desde la Federación Profesional del Taxi de Madrid.

Desde la FPTM se lamentan de que en puntos especialmente críticos "como el aeropuerto, sobre todo en la terminal 4", no haya un destacamento de la Policía que "regule la fila" y controle a los 'tironeros': "Sobre todo a las 15.30 horas, cuando llegan unas 2.000 personas que piden un taxi". 

Por eso, desde la FPTM piden "que se cumpla la ordenanza" y que, "si no se cumple", el Ayuntamiento "tome medidas" ante estos comportamientos.