Aranjuez crea casas de murciélagos para que controlen al mosquito tigre transmisor del dengue y el zika
- Para la ubicación de las cajas-refugio se han buscado zonas verdes y ajardinadas en la interfaz rural-urbana.
- Más información: Getafe alerta de la llegada del mosquito tigre, transmisor del dengue y el zika: piden ayuda vecinal para evitar más focos
Aranjuez se quiere 'blindar' contra el mosquito tigre, un insecto que mide de 0,5 a 1 centímetros y es transmisor de algunas enfermedades como el dengue o el zika. Se caracteriza por tener una línea blanca en cabeza y en el tórax, tiene patas negras con manchas blancas y pica durante el día y sobre todo al atardecer en espacios abiertos. Por eso, para controlarlo, el consistorio ha instalado cajas-refugio para murciélagos, un proyecto piloto propuesto desde la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid.
Este no es el único municipio de Madrid que ha tomado medidas para controlar al mosquito tigre. A principios de septiembre, Getafe puso en marcha la campaña No le dejes entrar y puso sobre aviso a sus vecinos para evitar la proliferación de este insecto.
Ahora, tal y como informan desde el Ayuntamiento de Aranjuez, el control biológico de plagas consiste en fomentar la presencia de los enemigos naturales de la especie que constituye plaga o que es un vector de transmisión de determinadas enfermedades.
El mosquito tigre puede transmitir varios arbovirus, entre los que destacan el dengue, el chikungunya y el zika. Por su parte, los murciélagos pueden consumir entre 1.000 y 3.000 mosquitos en una jornada.
También son positivos para el control de otros dípteros que nos causan problemas y molestias a las personas y a las mascotas: por ejemplo, simúlidos, tipo mosca negra, y también flebótomos, que pueden ser vectores de leishmaniosis.
Para la ubicación de las cajas-refugio para murciélagos se han buscado zonas verdes y ajardinadas en la interfaz rural-urbana. Las cajas-refugio se instalan en grupos de 5-6, más o menos próximas entre sí, en distintos árboles, pero formando un núcleo.
Buscan ofrecer a los murciélagos distintas posibilidades y algo de heterogeneidad espacial en la medida de lo posible. Los murciélagos elegirán las que más les convengan, produciéndose por lo general una ocupación diferencial de los refugios.
Antes de la instalación de las cajas-refugio se ha buscado arbolado con las características óptimas: pies de cierto porte, con troncos o fustes gruesos y preferiblemente libres de ramas en los primeros 3-4 metros, con variadas condiciones de orientación y libres de obstáculos para facilitar el acceso de los murciélagos.
El modelo elegido es una caja plana de 'cemento de madera', una mezcla de serrín de madera (75%), cal, cemento y otros aditivos que proporciona gran durabilidad en la intemperie, resiste el ataque de los pícidos (pájaros carpinteros) y ofrece un microclima interior perfecto gracias a su capacidad aislante y porque permite la transpiración.
Estas cajas constituyen un refugio atractivo para especies de murciélagos fisurícolas. Concretamente, se prevé que la colonización de estas cajas será por murciélago enano, una especie abundante en España y muy común en hábitats humanizados.
Las ventajas más evidentes de este método son el mantenimiento de los equilibrios naturales y la reducción del uso de químicos. Esta medida, por sí misma, no va a controlar las poblaciones de mosquito tigre, pero sí puede contribuir positivamente.
Estos trabajos se plantean como un piloto, que tendrá su seguimiento y evaluación en 2025, fundamentalmente en lo que se refiere al grado de ocupación de las cajas, con reubicación en su caso, de aquellas que se considere oportuno, así como también de labores de mantenimiento si son necesarias.
Para saber si estas cajas-refugio resultan efectivas como medida complementaria para el control de las poblaciones de mosquito tigre habrá que hacer estudios más a medio plazo en coordinación con los responsables en sanidad ambiental.