Los disturbios y la violencia se han extendido por toda España, durante este puente de Todos los Santos, con el toque de queda y después de que varias comunidades hayan batido récords de contagios por la Covid-19.
El pasado 1 de noviembre La Policía Nacional había detenido a 33 personas, de las cuales 25 pasaron a disposición judicial, por los disturbios violentos que se produjeron en el centro de Madrid, en los que tres agentes resultaron heridos.
Según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el Juzgado de Instrucción número 45 de Madrid acordó la libertad de esas 25 personas detenidas en la madrugada del pasado domingo en relación con dichos altercados durante las protestas contra las restricciones por el coronavirus, y en especial contra el toque de queda nocturno vigente en la capital.
A dieciocho de los detenidos se les ha impuesto, como medida cautelar, la obligación de personarse en el juzgado cada quince días.
Los detenidos serán investigados inicialmente por la supuesta comisión de los delitos recogidos en el atestado policial (desórdenes públicos, atentado contra la autoridad, daños y otros), si bien, según se vayan practicando las correspondientes diligencias de investigación en el marco de la instrucción judicial, la calificación penal podría modificarse y, en todo caso, siempre de acuerdo con los hechos realizados por cada uno de ellos.
Los disturbios en Madrid, Logroño, Málaga, Granada, las tres capitales vascas, Murcia, Granada, Igualada, Ceuta, Ibiza, Santander, Alicante y Guadalajara se saldaron con más de sesenta detenidos en todo el país, las más numerosas en la capital española.
La protesta en la capital fue la más violenta de las registradas, en la que se produjeron doce heridos, tres de ellos policías.