Eugenio Chicano estará siempre presente en el Museo de Málaga. El artista "devoto de Picasso" y amante del "arte popular" y la modernidad, como se ha referido a él el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, tiene su espacio en el Palacio de la Aduana. La sala que lleva el nombre del artista malagueño, que luchó porque ese espacio fuera patrimonio cultural de la ciudad, es una realidad. La Sala Eugenio Chicano, para exposiciones temporales ocupa 560 metros cuadrados dentro de la superficie el museo. Además, ha sido inaugurada con una muestra temporal dedicada al pintor local que será visitable hasta el 30 de noviembre de 2021.
Que Chicano tenga hoy una sala con su nombre, para siempre, en la Aduana tiene una especial significación sentimental. Fue él, junto a un pequeño grupo de malagueños interesados por la cultura, quien dio un paso al frente en la adaptación del edificio para uso museístico: "La Aduana para Málaga". Donde antes había una comisaría de Policía Nacional y unas dependencias donde se almacenaban obras sin ton ni son, floreció un símbolo cultural para la ciudad.
Un monumento que atraía la curiosidad de los visitantes por su rotunda arquitectura exterior y que ahora, desde que se recuperara en 2016, es un punto de encuentro para locales y turistas. Más de 18.000 metros cuadrados en los que se muestran unas 2.000 obras en la colección de Bellas Artes y otras 15.000 en el apartado arqueológico. Un museo en el que se esconde -y se descubre- la historia milenaria de la ciudad.
Chicano, fallecido en 2019, recibió la Medalla de Oro de la Ciudad de Málaga en el año 2014. Representante principal del Pop Art local, su taller se convirtió en lugar de tertulia, de visita y de reunión de la cultura malagueña. Si hay algo que destaca de su obra son los colores, planos en su mayoría, que dibujaban una realidad plástica inigualable: explosiva, luminosa y popular.
Si Málaga decidió dar un golpe sobre la mesa y reivindicar la figura de Picasso fue por Chicano. Amigo personal del artista universal, Chicano hablaba por teléfono casi a diario con él: era el abono que le mantenía las raíces. Su casa natal es hoy un lugar de peregrinación de los amantes del cubista.
La vida de Chicano sólo se puede entender en contexto con el activismo: un activismo cultural que buscaba el bien común por encima de todas las cosas. Llevar la cultura a todos sus extremos. La Fundación Casa Natal de Picasso le tuvo como primer gestor, luego se encargó de colaborar en la instalación del Museo Picasso Málaga en el Palacio de Villalón. Todo esto mientras alentaba a sus conciudadanos a levantarse en para tomar la Aduana.
La inauguración de la sala, en la que políticos, amigos del pintor, propietarios de sus obras y gente de la cultura estuvieron presentes, ha sido un reconocimiento que emocionó a su viuda, Mariluz Reguero, que es la comisaria de la muestra. medio centenar de obras que podrán ser visitadas hasta finales de noviembre en la nueva sala de exposiciones temporales del Museo de Málaga. La Sala Eugenio Chicano.