Si en los últimos años tiene la sensación de haber padecido más días de calor extremo en la provincia de Málaga, no se equivoca. Los expertos corroboran que este territorio es uno de los del mapa nacional en los que más han aumentado los episodios de olas de calor. Un fenómeno meteorológico resultado de la acumulación de varias jornadas con temperaturas anormalmente altas.
Entre los estudios que apuntan en esta dirección está un trabajo reciente elaborado por la Fundación Matrix, vinculada a la Universidad de Vigo. En el mismo se precisa que las olas de calor registradas en la mayoría de municipios malagueños en los últimos años se han disparado por encima del 10%.
Este trabajo científico es fruto de la participación de Javier Montalvo, profesor de Ecología de la Universidad de Vigo y director de la Fundación Matrix; Alberto González, investigador de la Fundación Matrix y la Universidad Complutense de Madrid, y Antón Blanco, investigador de la Fundación Matrix.
Una de las particularidades del mismo es que incorpora una serie de herramientas que hacen posible que cualquier vecino de la provincia pueda situar la lupa para conocer la situación en la que se encuentra su municipio.
Aplicando este instrumento puede concretarse el nivel de variación de las citadas olas de calor. Los mayores incrementos se localizan en municipios costeros como Marbella, con el 14,8%; Mijas, con el 14,5%; Rincón de la Victoria, con el 14,4%, y Málaga capital, del 13,7%.
"Los incrementos máximos, de más de un 15%, se dan en zonas concretas del ámbito mediterráneo, como el litoral nordeste catalán, áreas restringidas del Golfo de Valencia y la costa malagueña, representando en torno al 1% del territorio nacional", se señala en el análisis.
Es la primera vez, según se precisa, que se calcula y representa "la peligrosidad del aumento de la frecuencia de olas de calor con alta resolución espacial en todo el territorio nacional".
"Asistimos a un aumento de la presencia de días consecutivos con temperaturas máximas extremas generalizados en el conjunto del país, una consecuencia más del cambio climático que se suma al conocido incremento de la temperatura media anual en España", apostillan.
"Lo problemático es que las temperaturas nocturnas están siendo espectaculares; muchos días por encima de 30 grados"
Grosso modo, el catedrático de Geografía Física por la Universidad de Málaga, José Damián Ruiz Sinoga, coincide con estas conclusiones. "Es normal que haya olas de calor y que haya cierto incremento, pero el tema clave son las anomalías, los calores extremos tanto en los momentos de máximo, como pueden ser las 16:00, o los momentos de mínimos, a las 04:00", explica.
"Lo problemático es que las temperaturas nocturnas están siendo espectaculares; muchos días por encima de 30 grados", precisa Ruiz Sinoga, quien incide en que esto hace que la temperatura media suba mucho.
"Hay un incremento muy serio y continuo; cuando hay un día en el que las temperaturas son superiores de toda la serie de los mismos días de los años pasados quiere decir que hay una tendencia", apostilla.
La incidencia que esta situación tiene sobre la salud es igualmente relevante. Los datos manejados por la Fundación Matrix concluyen como "muy alta" la vulnerabilidad en la que se encuentran poblaciones como Málaga capital, Marbella, Fuengirola y Vélez-Málaga, principalmente; siendo "alta" en Estepona, Mijas, Benalmádena, Torremolinos y Rincón.
Como se recuerda en el estudio, las temperaturas altas extremas duraderas "son muy nocivas para la salud de las personas más vulnerables". "Pueden causar sofoco, hinchazón en las piernas, sarpullidos en la piel de cara y cuello, mareo, fatiga, debilidad, sed intensa, sudoración excesiva, dolor de cabeza, insomnio o estrés, entre otros efectos directos y sensaciones de malestar", se describe.
Particularmente delicada es la situación para los mayores 65 años, al constituir un grupo de población "muy sensible a las temperaturas altas extremas". "Son más vulnerables a las olas de calor por numerosos factores, como los cambios fisiológicos que ocurren con el envejecimiento, la prevalencia de enfermedades crónicas y degenerativas, o la carencia de aire acondicionado en sus viviendas", se destaca.
Ruiz Sinoga abunda en ello. "Tiene efectos sobre todo. En la salud, porque uno no duerme igual si la temperatura nocturna es de 20 grados a si es de 25; tiene efectos sobre el medio ambiente, porque el ecosistema se recalienta y al subir la temperatura la evaporación es mayor", alega, resaltando la acumulación de vapor que se produce en territorios como el malagueño debido a la elevación de las temperaturas.
"Todo ello hace que al final del verano pueda haber gotas frías o Danas, con el consiguiente riesgo extraordinario de precipitaciones anormales", advierte. Y añade: "Hemos empezado hablando de una anomalía térmica que puede acabar en una anomalía pluviométrica".