La presencia de medusas sigue alterando el baño en buena parte de las playas de Málaga capital y de otros municipios de la provincia este jueves festivo. Los avisos informativos en las aplicaciones Playas de Málaga e Infomedusas no dejan lugar a la duda y confirman que estos invertebrados se resisten a abandonar las aguas malagueñas.
En el caso de la capital de la Costa del Sol, la bandera amarilla estaba instalada a las 16:00 en los arenales de Baños del Carmen, El Candado, El Dedo, El Palo, El Peñón del Cuervo, la Fábrica de Cemento, La Caleta, La Malagueta, Pedregalejo-Acacias y la Playa de la Araña.
Incluso, de acuerdo con los comentarios de algunos usuarios a través de Infomedusas, se han producido algunas picaduras a bañistas. Estaban libres del pelágico Sacaba, San Andrés, La Misericordia, Guadalmar-San Julián y Campo de Golf-San Julián.
¿Cuál es la situación en el resto de municipios? En Benalmádena, según esta misma aplicación, luce bandera verde en todos los arenales salvo Malapesquera, con nivel amarillo por medusas; algo parecido ocurre en Estepona, donde se han detectado en La Rada.
En Manilva, hay en La Colonia y Sabinillas; en Marbella, en Artola, El Faro y Real de Zaragoza; en Mijas, en Alhamar, Calahonda, El Faro, Luna, Peñón del Cura, Rocas de Mar y Royal Beach; en Nerja, en Las Alberquillas; en Rincón de la Victoria, en Los Rubios y Torre de Benagalbón. Mientras, en Torremolinos se han divisado en El Bajondillo, La Carihuela, Los Álamos y Playamar. Por lo que parece, en localidades como Vélez-Málaga y Torrox la situación es de absoluta normalidad.
Lo que está ocurriendo este jueves da continuidad a lo sucedido desde el pasado fin de semana. De hecho, el pasado lunes tanto el taró como las medusas obligaron a colocar la bandera roja en las playas de Málaga capital, desde San Julián hasta La Araña.
Según los expertos de la Cátedra de Ciencias del Litoral de la Costa del Sol, que haya más o menos depende del giro anticiclónico que se produce a la altura del estrecho, donde coinciden la corriente del Atlántico con el Mediterráneo.
"En los veranos en los que el final de la primavera recibe gran cantidad de frentes borrascosos y bajas presiones, el giro se desdibuja y los enjambres de medusas quedan libres y se dejan arrastrar por el viento", aclara el coordinador de la misma, Francisco Franco.