El trabajador de un bar limpia las sillas de una terraza, en Málaga.

El trabajador de un bar limpia las sillas de una terraza, en Málaga. EP

Málaga

Los hosteleros andaluces piden eliminar las restricciones de horario y aforo por la Covid

Creen que la remisión de la pandemia en todo el territorio andaluz y el incremento de la población vacunada obligan a acabar con las actuales limitaciones al sector.

30 agosto, 2021 15:16
Málaga

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El sector de la hostelería en Andalucía, en la que tiene especial protagonismo la provincia de Málaga, vuelve a levantar la voz reclamando a las Administraciones públicas el fin de las restricciones que se vienen aplicando desde hace meses para contener la Covid.

Los responsables de la patronal, con Javier Frutos al frente, defienden que la pandemia da claras muestras de remisión y el 80% de la población diana andaluza cuenta con la pauta completa de vacunación. Ante esta situación, plantean "el avance definitivo en la desescalada tras el peor año y medio de la historia del sector".

Por medio de una nota informativa, la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía, que integra a las patronales provinciales de un sector que representa a 50.000 empresas y unos 300.000 trabajadores en la región, considera "imprescindible" el fin de las limitaciones de horario y aforo que vienen marcando el día a día de esta actividad.

Acción con la  que impulsar el empleo y la facturación en septiembre y octubre. "Las optimistas previsiones turísticas para estos meses refuerzan la petición de eliminación de medidas de limitación de actividad en un contexto de clara remisión de la pandemia", destacan desde la asociación.

Los datos manejados por el colectivo sitúan la caída media del negocio en Andalucía en un 20% respecto a 2019. A este factor, suma que pese a que el mercado laboral ha repuntado en julio (último dato oficial disponible), sigue teniendo un destacado volumen de trabajadores en ERTE, que será reducido cuando los bares y restaurantes puedan abrir más horas.

Para el presidente de los hosteleros andaluces, las restricciones a la actividad "no pueden ser las mismas que se han venido aplicando durante los últimos meses, especialmente en un sector que ha sido el más perjudicado de todos". 

"Con estos datos y previsiones, y con la actual tendencia claramente descendente en contagios e incidencia, no tiene sentido mantener medidas que sin embargo sí pueden comprometer gravemente al sector de la hostelería", ha subrayado Frutos, quien ha recordado que el mantenimiento de restricciones impedirá que la temporada alta se amplíe a septiembre y octubre. 

A su juicio, con esta desescalada se daría continuidad a la caída histórica del paro en julio en 69.159 personas. "En todo este tiempo, la hostelería ha demostrado su compromiso con las medidas, aún a sabiendas de que suponían un evidente perjuicio económico, empresarial y laboral; pero ahora entiende que ya no tiene sentido proseguir con restricciones que no se corresponden con la situación de la pandemia", ha insistido.

Mayor perjuicio en el interior

Un factor sobresale en el análisis de la actividad hostelera desde el final de la primavera y en lo que llevamos de verano: la diferencia entre el interior y la costa. Aunque la media de descenso de facturación en relación con julio y agosto de 2019 es de un 20%, en las provincias de interior este porcentaje ha sido más acusado y en las de costa, menos. 

Incluso se ha registrado esta circunstancia en diferentes zonas dentro de una misma provincia. El protagonismo del mercado nacional y la progresiva apertura de establecimientos de alojamiento han caracterizado el negocio de la hostelería en Andalucía, comunidad que ha sido la más demandada en España y que se ha visto beneficiada por la relajación de las recomendaciones de viaje por parte de los principales países emisores de turismo al país. 

Otra circunstancia que se ha dado en todas las provincias ha sido un incremento de la facturación en relación a 2020, aunque era algo esperado porque el año pasado quedaba muy cerca el confinamiento total, apenas hubo turismo y la demanda interna no fue tan elevada como lo ha sido en lo que va de verano.