Málaga, el paraíso nacional para los Uber y Cabify
- La cifra de autorizaciones a los denominados VTC vuelve a alcanzar un nivel récord: son ya 2.240.
- La relación es de apenas 1,2 por cada taxi en la provincia.
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Málaga sigue siendo un paraíso para los denominados VTC. Tanto es así que mientras en otras provincias españolas los datos oficiales confirman un cierto retraimiento e incluso descenso, el número de licencias de estos vehículos de alquiler con conductor, con Uber y Cabify como principales exponentes, sigue creciendo sin freno en el territorio de la Costa del Sol.
Los últimos datos oficiales manejados por el Ministerio de Transporte confirman esta realidad. A inicios del presente mes de septiembre, según esta fuente de información, se contaban 2.240 licencias de VTC vinculadas a la provincia malagueña, 31 más que un mes antes.
Pese a que estas son las autorizaciones, el incremento del turismo en el presente periodo estival hace pensar en que la presencia física de VTC en territorio malagueño ha sido muy superior a lo indicado por los números. Y ello porque, como vienen explicando fuentes expertas, la propia legislación autoriza a vehículos de alquiler con conductor de otras zonas de España puedan desarrollar un 20% de su actividad fuera de su territorio.
Una variación que contrasta con el estancamiento de la oferta de taxis en este mismo territorio. Este servicio cuenta con 2.695 vehículos, los mismos que en los primeros días de julio. Y conforme a esta evolución, la proporción entre ambos modos de transporte sigue reduciéndose.
Tomando en consideración estos parámetros, actualmente hay un VTC por cada 1,2 taxis. Es el valor más bajo en los últimos años como consecuencia del incremento de la oferta de los vehículos de alquiler. De hecho, Málaga se mantiene este mes como la provincia con más VTC en comparación con la flota de taxis.
Muestra del impacto que el fenómeno de los VTC tiene en Málaga es la comparativa con otros territorios nacionales, en los que si bien la cifra de licencias es mayor, la relación con el taxi es diferente.
El caso más claro es el de Madrid. En la capital de España hay 7.908 licencias de vehículos de alquiler con conductor, cifra que desciende respecto a la de julio, frente a una flota de 15.743 taxis. Esto implica una relación de un VTC por cada dos taxis.
En Barcelona, esta proporción sigue aumentando. De los 4,4 taxis por VTC que se contaban a principios de julio se pasa ahora a 4,5. Y ello como resultado de contar con 12.039 taxis por 2.644 VTC.
En Sevilla, donde la flota de taxis es de 2.344, son sólo 450 las autorizaciones de VTC, y en otro territorio marcado por el turismo, como Islas Baleares, son apenas 417 las VTC registradas, frente a 2.522 taxis.
La dimensión del fenómeno hay que medirla con la perspectiva de los años. Al cierre de 2020, pese a la crisis sanitaria del Covid, la cifra de autorizaciones en Málaga era de 1.884; a finales de 2019 eran 1.650 y en 2018 el dato era de 1.184.
Todo ello en un escenario marcado por la sentencia del Tribunal Supremo que recogía la necesidad de establecer una proporción de 1 taxi por cada 30 VTC. Una relación que se aleja de la realidad vigente en todo el territorio nacional, pero de manera más acentuada en Málaga.
Y es por ello por lo que el sector del taxi en Málaga, con especial incidencia en la capital, donde se localizan grandes núcleos de atracción como el aeropuerto y la estación de trenes, vuelve a denunciar la situación.
"Aunque parezca mentira sigue creciendo la flota de VTC pero sin que crezca el control e inspección contra los mismos", expone Guillermo Díaz, portavoz de Aumat, la principal asociación del sector del taxi.
Al incremento de licencias en los últimos años, hay que sumar como factor de mayor gravedad el que estos vehículos "hacen por las calles lo que quieren, sin importar que estén o no precontratados, como marca la ley". "No entendemos que si crece la presencia de turistas y la demanda no ponen más efectivos para controlar los posibles problemas", ha insistido Díaz.
Según recuerda, desde 2015 se ha triplicado el número de autorizaciones sin que alguna institución "haya hecho algo por incrementar la policía, los inspectores y exista una regulación que proteja a los usuarios y el servicio público de interés general que es el taxi".