Este procedimiento se produce después de que la Corporación provincial diese luz verde en el último Pleno a la contratación del servicio de conservación de las vías de su competencia. Un servicio que incluirá actuaciones para paliar los procesos de degradación de las carreteras por el uso y el paso del tiempo, mejorar la seguridad vial y atender las incidencias que se produzcan por accidentes o inclemencias meteorológicas.
El diputado de Fomento e Infraestructuras, Francisco Oblaré, ha explicado que el siguiente paso será la convocatoria de un concurso abierto, dando un plazo de 30 días naturales a las empresas para que presentar sus ofertas. El pliego ya prevé la posibilidad de que el contrato pueda prorrogarse por 36 meses más, a razón de tres prórrogas de doce meses cada una.
Oblaré ha ensalzado la apuesta del equipo de gobierno de la Diputación por el mantenimiento y la mejora de la seguridad vial de las carreteras que comunican los pueblos del interior, al entender que es uno de los factores que contribuye a fijar la población en el ámbito rural y a luchar contra la despoblación.
La atención de las carreteras provinciales se divide funcionalmente, por razones de eficiencia y eficacia, en cuatro zonas: Axarquía, Norte-Antequera, Valle del Guadalhorce y Serranía de Ronda.
Cada una de ellas cuenta con un equipo técnico, encargado de redactar los proyectos y se efectúan las labores de dirección y control de la conservación así como explotación de la red. Por ello, el pliego para la conservación de las carreteras se ha dividido en cuatro lotes.
Oblaré ha destacado que con estas actuaciones se busca asegurar las condiciones de vialidad de la red viaria y prolongar o ampliar la vida útil de las vías. Las empresas que asuman el contrato tendrán que realizar labores de conservación ordinaria, encaminadas a retrasar los procesos de degradación, incluyendo limpieza de cunetas y obras de fábrica, bacheos y mantenimiento de taludes, entre otros.
Y por otro lado, tareas de conservación extraordinaria, como mejoras en las carreteras que han agotado su vida útil o están próximas a agotarla, contemplando refuerzos de firmes, ensanches de plataformas, acondicionamiento de explanaciones, obras de fábrica y estructuras de contención.