Málaga

Una mujer hace ejercicio por la mañana en Málaga. Un extraño se le acerca, le pega y finalmente le mete sus dedos en la vagina mientras le pregunta que por qué no se ha depilado. Las agresiones sexuales también ocurren a plena luz del día. Es uno de los casos que ha investigado recientemente la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional en Málaga.

Unas 1.140 mujeres cuentan con protección policial y una orden de alejamiento en la provincia. EL ESPAÑOL de Málaga habla con Araceli Elipe Muñoz y Ana Rodríguez Penas, inspectoras jefe de Protección e Investigación de la UFAM respectivamente, sobre el trabajo de estas unidades dirigidas al cuidado y atención de las víctimas de violencia de género. Nos atienden en un despacho de la Comisaria Provincial. 

Las Unidades de Atención a la Familia y Mujer es un servicio creado en 2015 con la idea de unificar las antiguas Unidades de Protección, que pertenecían a Seguridad Ciudadana, y el Servicio de Atención a la Familia. Su objetivo principal es darle a la víctima una cobertura integral y personalizada desde que entra a poner una denuncia a la comisaría. 

Una carga emocional grande

"No es lo mismo una víctima que viene a denunciar la desaparición de su coche que una víctima que ha sufrido violencia de género por parte de su marido, su pareja o el padre de sus hijos. Traen una carga emocional que no es nada comparable a cualquier otro tipo de delito", asegura Elipe. Así, la unidad especializada trata a la mujer conforme a esas complejas circunstancias. 

La UFAM se encarga de los casos de violencia de género, violencia doméstica y los delitos sexuales. En Málaga, debido al alto número de denuncias, se pueden registrar este tipo de notificaciones en la Oficina de Atención al Ciudadano (ODAC). Una vez que han cogido la denuncia de la víctima, esta se incluye en el Sistema de Seguimiento Integral de los Casos de Violencia de Género (VioGén).

"Tiene un identificador. En esta página vamos metiendo los datos que se registran. Conforme a lo que haya denunciado hay un nivel de riesgo. Se analizan los factores de riesgo de la víctima con la declaración que ha hecho: las características del autor, la agresividad, si la víctima tiene hijos o si ellos pueden haber sufrido algún tipo de violencia", explica la jefa de Protección de la UFAM.

A raíz del nivel de riesgo, se llama a la unidad de Protección. "A la vez que se realiza la investigación, nosotros con esa primera valoración de la víctima nos entrevistamos con ella y se establece un plan de protección personalizado", precisa Elipe, que deja claro que va a depender mucho si el autor está detenido.

Un día después de denunciar, los agentes de la UFAM acompañan al juzgado a la víctima. "Se sienten vulnerables. Empiezan a pensar en todo lo que se le viene encima. El policía protector debe desplegar todas sus herramientas y hacerla sentir segura. Hay que convencerlas de que tienen que seguir adelante", relata Elipe. Una vez está en sede judicial se le hace una entrevista, se valoran sus circunstancias y se le intente dar asesoramiento en todos los aspectos: ayuda psicológica y jurídica o contactos con los servicios sociales para pedir ayudas.

Después se hace una segunda valoración del seguimiento con la orden de alejamiento ya puesta. "Casi siempre el nivel de riesgo va a bajar. Se hace un plan personalizado de seguridad con ella y así la víctima se implica. Tiene que cambiar su vida y los policías se tienen que ganar su confianza. Las víctimas tienen un teléfono 24 horas para contactar con ellos. Los primeros meses los llaman mucho. Dependerá de los quebrantamientos de la orden de alejamiento", reconoce.

Un coche en la puerta

También aclara que a la mujer que denuncia se le da cobertura durante todo el proceso: desde el acompañamiento a la sede judicial y trasladarla a su domicilio hasta una protección integral 24 horas si la víctima corre un riesgo extremo. "Se le pone un coche en la puerta los siete días a la semana si hay muchas probabilidades de que vaya a volver a ser agredida en un corto espacio de tiempo", puntualiza. 

El número de víctimas de violencia de género activas en Málaga va variando. En la actualidad hay unas 1.140 que han conseguido una orden de alejamiento. En cuanto a la protección, la Policía Nacional colabora con la Local desde 2016 y así se hace más fácil el seguimiento. En total, 24 profesionales trabajan en la UFAM de Málaga, de los cuales 10 policías llevan víctimas asignadas.

Las cifras bajaron durante el confinamiento, pero según las estadísticas si hubo muchas más llamadas al 016. "Después ha habido un repunte. Sólo se denuncian una carta parte de todos los casos de violencia de género. A estas víctimas les cuesta mucho denunciar. Es muy complicada su situación", reconocen ambas inspectoras, que animan a que los que lo ven desde fuera denuncien.

"Han aumentado los casos este año. La gente se anima más a denunciar. Muchas tienen una dependencia emocional de él y no cuentan con apoyo familiar. Es un paso difícil para muchas, pero hay que dejarles claro que hay una red de apoyo a nivel de policía, asociaciones e instituciones públicas", asegura Rodríguez. 

"Desde que ponen la denuncia aquí hasta mañana que van al juzgado hay muchos factores sociales en su contra: sus hijos si son mayores le reprochan porque denuncia a su padre; ella misma, que ha visto las consecuencias que trae sus denuncias (lo van a detener). Lo pasan mal y hay muchas que no declaran en el juzgado", se lamentan.

Perfil del agresor

Respecto al perfil de agresor los hay de todo tipo y en todas las edades y estatus sociales, reconocen las dos inspectoras de policía. "Hay agresores de todas las edades y nacionalidades. Incluso personas mayores. También he visto chicos de 16 años, que han sido educados en la igualdad, que están ejerciendo conductas machistas y violentas sobre sus parejas", se lamenta Rodríguez. 

Según Ana, muchas chicas jóvenes no perciben violencia en el control que su pareja ejerce sobre ellas. "Lo ven como un acto de amor: "Mira lo que me quiere, que necesita saber donde estoy a cada momento". Las más jóvenes no se enganchan emocionalmente tanto porque tienen amigas que les dicen que eso no es normal", cuenta la inspectora de policía, que recuerda varios casos que han investigado donde los jóvenes suben vídeos íntimos por despecho tras romper ellas la relación.

La jornada de la unidad de Investigación de la UFAM arranca por la mañana cuando miran el parte de la comisaría para ver todas las denuncias. "Si ocurre un episodio de violencia en un sitio público donde hay cámaras se solicitan las grabaciones o si hay testigos pendientes por identificar. Si hay riesgo alto o extremo es una prioridad detener al autor. A veces hemos tenido que intervenir teléfonos y pedir entradas para detener", explica.

Sanidad también envía partes de asistencia médica de lesiones al Juzgado. "Nos llegan partes de mujeres que manifiestan que han sido asistidas y agredidas por sus parejas o exparejas. Esa es una vía de información. Otras no lo dicen y el médico sospecha. Si son episodios muy graves llaman al 091", indica. Hay casos en los que los médicos atienden a la víctima con el agresor delante, porque este las acompaña

-¿Qué opinan sobre los que dicen que la violencia de género no existe?

-A. E: Hay una cifra registrada de mujeres y menores fallecidos. Hay 38 mujeres y cinco niños víctimas de la violencia de género. No se puede negar la violencia de género que existe como tal.

-A. R: Es un poco arcaico. Siempre habrá alguien que lo niegue, como con la Covid. Son delitos que la mayoría de las veces ocurren en la intimidad. Él puede ser un magnífico marido y padre ejemplar, y en su casa no sabes cómo está actuando. La mayoría de las veces es así. 

Denuncias falsas

En los últimos años, algunos partidos han dado alas al discurso machista donde se pone el foco en las denuncias falsas. El porcentaje de condenas por denuncia falsa representa el 0,0074%. "La pena es que no puedan estar delante de una mujer que está declarando un episodio de violencia de género. Si ellos viesen como entran algunas mujeres. El que está tomando la declaración muchas veces se le pone la piel de gallina. Hablan de maltrato durante mucho tiempo", reprocha Rodríguez.

La inspectora de policía recuerda enseguida un caso de 2018: "Una mujer de 40 años que fue atacada por su expareja y casi la mata. Le enrolló un alambre alrededor del cuello. Él después se suicidó. Llevaba toda la vida siendo maltratada y no había denunciado por sus hijos. Venía de riguroso luto, vestida de negro, a declarar". 

La Policía Nacional en Málaga recibe entre 10 y 15 denuncias por violencia de género al día. Muchas de ellas, en riesgo extremo, tienen un policía que las protege las 24 horas. "En la mayoría de los casos, las mujeres que han conseguido salir de ese círculo llaman a los policías protectores tiempo después. Muchas les mandan ramos de flores. Es con lo que te quedas. Nuestro trabajo es policial, pero también asistencial", zanja Elipe.

Al final de la larga charla, las jefas de la UFAM coinciden en algo: hay salida para las víctimas de violencia de género. "Se puede vivir de otra manera. En el momento que deciden dar un paso adelante sus vidas van a cambiar muchísimo. Incluso hemos trasladado a víctimas a otras ciudades con la ayuda de servicios sociales", cuentan las inspectoras, que animan a denunciar, ya que por desgracia la mayoría de víctimas mortales nunca lo hace.  

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