Varios miembros de la CGT, al más puro estilo José María Ruiz-Mateos, se han plantado vestidos de Reyes Magos en la Subdelegación de Gobierno en Málaga para denunciar la crítica situación del Cercanías. El sindicato le ha llevado carbón a Javier Salas, subdelegado de Gobierno en la provincia, para recriminarle la falta de plantilla en la provincia y la supresión de 6.000 trenes en todo 2021.
La entrega se ha llevado a cabo este miércoles a las 12 en la sede, ubicada en Paseo de Sancha. Desde CGT, han enviado un mensaje claro y directo a los responsables últimos de "la caótica situación del ferrocarril en la provincia que está siendo privada del derecho básico a la movilidad sostenible e impulsando la despoblación de los pueblos del interior de Málaga", han señalado en un comunicado.
El sindicato también ha denunciado "las políticas antisociales de un gobierno de la nación que está defraudando a la clase trabajadora y vuelve a ser víctima propiciatoria del abandono y desatención". El 2021, según la CGT, ha estado llamado a ser el año europeo del ferrocarril y "en Málaga ha sido el año de la debacle ferroviaria".
En una nota de prensa, han reconocido que la situación no tiene pinta de solucionarse en 2022 "ante la retención en otras comunidades de compañeros que tienen concedido traslado a Málaga pero que no se ejecutan, impidiendo que se pueda paliar esta grave situación para el empleo en la empresa pública Renfe y para la ciudadanía que está viendo recortada en un 30% los servicios contratados por el Ministerio y limitada la movilidad, en la línea entre la capital y la Costa del Sol (la más rentable del país aunque se hayan empeñado en desmantelarla)".
La falta de plantilla ferroviaria en Málaga y la supresión de más de 6.000 el año pasado, que continúa a diario, va a seguir siendo denunciada por CGT a través de actuaciones reivindicativas y legales ante los tribunales (hace poco hicieron un encierro en Sevilla). La fiscalía admitió a trámite la denuncia por los recortes arbitrarios del gerente de Renfe OSP Andalucía el pasado 12 de noviembre.
Desde el sindicato exigen más trenes y más trabajadores ferroviarios. "La emergencia ferroviaria que padecemos y el robo del ferrocarril público y social de proximidad, con total impunidad, como bien común vertebrador del territorio y medioambientalmente sostenible, seguirá teniendo la censura de CGT mientras nos queden fuerzas", se han despedido en un comunicado.