Francisco de Asís García dirige el Bioparc Fuengirola desde 2004. El profesional del mundo de la gestión y la televisión de pago se unió al proyecto animado por José Maldonado, farmacéutico y artífice del proyecto que se pensó hace ya tres décadas. El parque dedicado a la conservación de especies tropicales en la localidad malagueña cumple ahora 20 años desde su apertura.
"Hay un equipo de profesionales formidable", asegura De Asís durante una entrevista telefónica con EL ESPAÑOL de Málaga donde cuenta que le apasiona viajar y que siempre que puede, se escapa a África. "En plena pandemia en noviembre de 2020 me fui unos 15 días", relata.
En primer lugar, ¿qué tal os ha ido estos dos años de pandemia en el Bioparc Fuengirola?
Muy mal. El año pasado fue durísimo y este también. Tampoco podemos estar toda la vida pensando en lo mal que estamos. A día de hoy hemos sobrevivido y esperamos que podamos seguir continuando con nuestra labor. Ojalá el 2023 sea mejor. Es cierto que no podemos hacer previsiones en un momento tan inestable.
¿Cuántos visitantes teníais al año antes de la crisis sanitaria?
Estábamos en 320.000 visitantes justo antes de marzo de 2020. El año 2019 lo cerramos con 319.000 usuarios. Justo ese año estábamos creciendo. Los dos primeros meses de 2020 fueron muy esperanzadores y luego llegó esta desgracia. Cerramos el 14 de marzo y no volvimos a abrir hasta el 11 de junio. Nosotros no podíamos mandar la plantilla al 100% a un ERTE. Poseemos una colección de animales y tenemos por convicción y por obligación el bienestar animal. Durante cuatro meses más del 30% del personal del parque que estuvo sin ERTE. Había dos equipos divididos para el mantenimiento de los animales.
Hablamos de una colección valiosa...
Sí. Está ingresada en muchos programas de conservación de instituciones europeas como es la Asociación Europea de Zoológicos y Acuarios.
Participan en el Programa Europeo de Especies en Peligro. ¿Qué especies de este tipo han nacido en el Bioparc?
Aquí han nacido gorilas occidentales, por ejemplo. Hay una colección de gorilas única en Andalucía y de las pocas que hay en España. Tenemos gorilas desde 2004. Nos asignaron un grupo no reproductor. Algunos fueron muriéndose de ancianos. Cuando quedaba uno, nos destinaron un grupo reproductor. Vinieron un macho joven y dos hembras más. En noviembre de 2020 nació por primera vez un gorila. También han nacido aquí orangutanes de Borneo, que están en peligro de extinción, o cocodrilos Tomistoma del sudeste asiático. El primer sitio fuera de su entorno que se reproduce a nivel mundial fue aquí. Los zoológicos del siglo XX deben ser auténticos centros de conservación animal.
¿Qué papel juega el Bioparc en la conservación de la biodiversidad?
Nosotros somos una empresa privada, pero tenemos un deber con la naturaleza y con la conservación. Es muy importante que el mensaje que le transmitamos a todos nuestros visitantes sea de belleza. Que nuestro público entre a nuestros parques y vea lo bonita que es la naturaleza. La conservación del animal como tal va intrínseca. Nosotros queremos educar a los visitantes y decirle: "Oye vivimos en un planeta precioso y hay que cuidarlo". Una manera de llegar a los visitantes es a través de la belleza y el arte. Por eso están recreados de una manera fiel los entornos y los hábitats donde viven estos animales.
En 2014, inauguró un nuevo hábitat denominado Indo-Pacífico, dónde podemos contemplar 15 nuevas especies. ¿Se plantean más ampliaciones?
Cuando nos presentamos en 1999, porque cerró el anterior parque abierto en los 70, nos planteamos el concepto de parque. Este tiene unas dimensiones limitadas y no puede haber animales que necesiten grandes espacios. Decidimos que la colección iba a ser del Trópico. Posteriormente, en 2014, hubo una ampliación donde iban a estar representadas las islas del Indo-Pacífico. En este recinto se pueden ver dragones de Komodo (el único dragón que queda en el mundo; hay una pareja), tortugas gigantes o una pitón reticulada. Antes de la pandemia comenzamos una obra de ampliación. Ese parte iba a enlazar con Sudamérica de tal manera que dábamos la vuelta al mundo por el cinturón del Trópico. Tuvimos que paralizar las obras y luego continuamos al ralentí. Finalmente, la terminamos. Vamos a continuar con un acuario y un aviario que va a representar Centroamérica. El parque se convierte desde el punto de vista terrestre como marino en una vuelta al mundo. El público podrá ponerse en la piel de un explorador.
¿Qué nuevas especies se podrán ver? ¿Las habéis introduce ya?
No, todavía no. Necesitan un periodo de adaptación. Nuestros acuarios serán de agua salada y dulce convirtiendo en Fuengirola en el mayor acuario de Europa de agua dulce.
Cumplen 20 años este 2022. ¿Cuándo ha cambiado el concepto y la empresa dentro del sector?
En 1970, un indonesio lo abre en Fuengirola. Después a pasa a ser de titulación municipal. En 1998 lo cierran y lo presentan a concurso. Nosotros nos presentamos. Lo que creemos es que el bienestar animal es lo primero. Lo importante es lo que podemos aportar desde el punto de vista de la comunicación. Desaparecieron las jaulas de los parques y de alguna manera las barreras artificiales. Ahora mismo las hay, pero las que hay entre los visitantes y animales están conformados por roca artificial o natural, lagunas y árboles de tal manera que recrea un hábitat. Se trata de una experiencia de inmersión. Es mucho más fácil remover las conciencias desde la belleza, que no desde la desgracia. Ya estamos demasiados acostumbrados. Nos conformamos con que algunos visitantes salgan concienciados de la belleza que hay en el planeta donde viven. Los parques, si reman en una misma dirección, pueden ser incubadoras de futuros conservacionistas.
Sois protagonistas de la serie de televisión Crónicas del Zoo que sale en Canal Sur. ¿Están con otros proyectos audiovisuales para dar a conocer el parque?
Hubo una productora interesada en rodar una serie de 26 capítulos sobre la vida del parque. Canal Sur lo está poniendo a una hora muy extraña. Eso conllevaba un trabajo muy grande porque cuenta las historias y los problemas a los que se enfrenta cada día el equipo de veterinarios y de cuidadores. Ahí muestran los trabajos más cotidianos, que a la gente le puede resultar complejos y entrañables a la vez. También hay muchas anécdotas. Animo a verla porque hemos trabajado con mucha ilusión.
¿Qué le diría a las personas que aún no han visitado el Bioparc Fuengirola para animarlas a ir?
Hay una idea muy arraigada en España, más que en Europa, de ir a parques zoológicos si tienes niños. En caso contrario, no se visitan. Los adultos también pueden enriquecerse con una visita a un parque. Aquí viene mucha gente joven. Hay especias únicas en España. Es cierto que no hay animales de sábana, sólo de selva tropical. No hay elefantes, jirafas o leones. A cambio tenemos una isla de Madagascar con lémures; gorilas; suricatas; leopardos de Sri Lanka; chimpancés; tigres de Sumatra (especie súper amenazada, sólo hay 500 en libertad); tapires malayos, orangutanes. La gente podrá ver animales muy desconocidos para el gran público.