Málaga

Los fisioterapeutas públicos de Málaga protestarán el 10 de febrero en sus centros de salud, al igual que ocurre en tosa España, para denunciar la tremenda sobrecarga laboral y la escasez de plantillas de estos profesionales en la Atención Primaria. Esto provoca que miles de personas deban esperar semanas y meses para poder ser atendidos o tengan que recurrir finalmente a la sanidad privada.

Las concentraciones, impulsadas por el Sindicato de Enfermería (SATSE), se realizarán a las 10:30 en los centros de salud de las capitales de provincia de las distintas comunidades autónomas. Estas contarán también con la participación de las enfermeras y enfermeros para que ambos colectivos profesionales exijan una mejor atención y cuidados para el conjunto de la ciudadanía y una mejora de sus condiciones laborales y profesionales.

Pese a su decisiva labor en la atención y recuperación de las personas afectadas por la Covid-19, los más de 50.000 fisioterapeutas de nuestro país siguen constatando que las diferentes administraciones públicas y los partidos políticos no impulsan ninguna actuación o estrategia que posibilite su desarrollo profesional y laboral.

"Al igual que las enfermeras y enfermeros, los fisioterapeutas se enfrentaron desde el primer día a la actual pandemia sin saber las consecuencias que podría tener para su salud y en su entorno más cercano y  ahora siguen acudiendo a sus centros de trabajo con el desánimo y frustración que les genera el constatar que los compromisos reiterados por responsables públicos y políticos en meses pasados no se han hecho aún realidad y todo apunta a que no tienen intención de hacerlo", apuntan desde SATSE en un comunicado.

En España hay solo un fisioterapeuta para atender a 10.000 personas en la sanidad pública, en Málaga la ratio es 0.88 fisioterapeutas por cada 10.000 habitantes, cuando la ratio establecida por la OMS es de uno por 1.000 personas. Un déficit crónico y estructural de profesionales que es más grave si cabe en los centros de salud donde su presencia en muchos de ellos es inexistente, de ahí que SATSE reclame que haya, al menos, un fisioterapeuta en cada centro.

Según el Sindicato, esta situación lleva a las personas que necesitan de su atención a tener que esperar semanas, cuando no meses, y también obliga a estos profesionales sanitarios a tener que trabajar en centros privados donde sus condiciones laborales son aún peores.

"Nuestros responsables públicos y políticos no ven, o no quieren ver, que una adecuada dotación de fisioterapeutas conlleva una rentabilidad inmediata, no solo a nivel sanitario, sino tanto económica como social, ya que una intervención temprana de estos profesionales propicia la reducción de los tiempos de baja laboral, así como la recuperación total, y, por tanto, un considerable ahorro en los costes sanitarios y para las empresas o centros de trabajo", señala desde el sindicato.

La organización sindical destaca que los fisioterapeutas son una de las figuras sanitarias clave para el futuro de nuestro país, y por ello, "el colectivo debe alzar su voz, unido y sin fisuras, para que aquellos que no quieren ni ver ni oír tengan muy clara la fuerza imparable de unos profesionales que no van a tolerar más desagravios, injusticias y desigualdades", concluyen.

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