Ana Belén Árbol es fisioterapeuta y músico, especializada en flauta travesera.

Ana Belén Árbol es fisioterapeuta y músico, especializada en flauta travesera. Juan Antonio Urresti López

Actualidad

La fisioterapeuta experta en músicos: "Hay tabú entre los artistas cuando tienen una lesión"

Ana Belén Árbol, además de músico, es de las pocas fisioterapeutas especializadas en artistas y critica que no se les enseñe a prevenir lesiones. 

30 septiembre, 2021 01:47

Noticias relacionadas

Los músicos, como los deportistas, trabajan con su cuerpo. Ensayan mínimo entre cinco y seis horas diarias en las que ejercitan siempre los mismos músculos y mantienen unas posiciones concretas que pueden llegar a hacerles daño si no se cuidan correctamente. Esto hace que, según distintos estudios, el 75% de los músicos profesionales sufran alguna lesión a lo largo de su carrera y que el 33% tenga que abandonar. 

Pese a ser un problema muy recurrente entre los músicos, son muy pocos los profesionales en España especializados para atenderles. Una de ellas es Ana Belén Árbol (1996, Sevilla). Graduada en Fisioterapia por la Universidad de Sevilla, es responsable del servicio especializado de fisioterapia para músicos de la Clínica Metropol Salud.

Desde que hace más de un año pusiese en marcha el servicio de fisioterapia para músicos, han acudido a su consulta artistas de distintos géneros y trayectorias como Manu Brazo, saxofonista profesional residente en Londres y que está considerado "una estrella en el panorama británico"; Marta Robles, guitarrista y compositora de clásico y flamenco; o Rafael Rabal, batería que ha girado con artistas como Pastora Soler o Antílopez.

Ana Belén Árbol con un paciente.

Ana Belén Árbol con un paciente. Juan Antonio Urresti López

Ana Belén es, además, músico, graduada en Interpretación por el Conservatorio Superior de Música de Sevilla, en la especialidad de Flauta Travesera. Fue su experiencia como músico y una lesión por la que le recomendaron dejar un tiempo la flauta travesera la que hizo que se interesase por la fisioterapia para músicos.

"Fue con 17 o 18 años. Estaba en mi último año del grado profesional de conservatorio, que son seis años, y coincidió además con segundo de bachillerato. Empezó a molestarme una zona en la que se apoya la flauta en el dedo índice de la mano izquierda y empecé a tener sensaciones raras. Me molestaba incluso a la hora de escribir con el móvil o el ordenador y llegó un momento en que tocaba y me dolía. Cuando fui al médico tuve que explicarle todo y me comentó que la zona en la que se apoya la flauta no era buena para tenerla comprimida porque por ahí pasan nervios. Me dijo que tocar la flauta no me venía bien porque estaba provocando irritación en los nervios y las estructuras al paso del tendón", relata a MagasIN.

"Yo pensé: 'Jo, hay personas que tocan la flauta a un nivel mucho más profesional que yo y no les ocurre esto. Me sentí un poco incomprendida de que ni siquiera conociera bien el tema, que es lo normal, y no me pudiera aconsejar". Aunque al final encontró encontró un aparato que "se coloca en la flauta y amortigua un poco ese apoyo del dedo" y que le permitió seguir tocando, se dio cuenta de lo necesario que eran profesionales especializados en músicos. 

Como ella sabe bien lo que es estar en ese otro lado, gran parte de las terapias que aplica con sus pacientes incluye la recuperación funcional con el instrumento, algo que sus pacientes siempre "agradecen mucho". "Es muy frustrante cuando te dicen que dejes de tocar y se trata de tu carrera profesional o tus estudios. Introducir el instrumento para que se vayan adaptando a él les motiva y les ayuda a tirar para adelante", asegura.

Tabú

Juan Antonio Urresti López

Además de la dificultad de encontrar profesionales especializados como ella, Ana Belén lamenta que las lesiones sean "un tabú" entre músicos, ya que esto provoca que muchos se automediquen para soportar el dolor, en lugar de solucionarlo. "Por un lado y una falta de información desde la base. En mi caso, los profesores no nos explicaban nada en cuanto a prevención o la información que daban estaba súper obsoleta. Por ejemplo, a mí me llegaron a decir que para tocar las notas más agudas tenía que apretar como si estuviera yendo al baño. Eso no suelo no es así, sino que puede ser súper lesivo para la musculatura del suelo pélvico. Por otro lado, también hay una cierta vergüenza o tabú de hablar de ese tema, de que tienes dolor, porque juzgan si tienes una técnica mala o no te dejan tocar". 

Lo más frecuente son lesiones en los miembros superiores y la espalda, los atrapamientos nerviosos, como le pasó a ella, y las terminopatías que "no dejan de ser lesiones en el tendón por sobreuso. Son microtraumatismos de repetición y se producen cuando haces un movimiento muy repetitivo. Si lo haces 12 veces no es para nada lesivo, pero que si lo haces muchísimas veces sin que el músculo esté preparado para ello y en una postura que se mantiene en el tiempo durante horas, a la larga sí puede ser bastante problemático".

Recomendaciones 

Para evitar las lesiones antes de que aparezcan, Ana Belén recomienda, lo primero, que escuchen su cuerpo. "Lo más importante es que tengan conciencia de su cuerpo. No están simplemente haciendo música, sino que la están haciendo usando su cuerpo. Si sienten dolor, que se paren a pensar por qué, si es la tensión que se necesita para tocar o están usando más energía de la necesaria", explica.

"La segunda es que distribuyan su rutina de estudio. No es decir: monto el instrumento y me pongo a tocar a muerte los pasajes que no me salen para defenderlos mañana en clase. Hay que hacer un trabajo previo, ya no solo de calentamiento, que también, sino de fortalecer los músculos, tanto los que uso y como los que no uso porque al final se crea un desequilibrio entre antagonistas y agonistas que pueden dar lugar a un dolor o una lesión".

Juan Antonio Urresti López

A la hora de empezar y terminar el ensayo, la fisioterapeuta aconseja hacerlo de forma progresiva. "Que no vayan del tirón a lo que tenga los movimientos más rápidos, más bruscos y más lesivos". Por último, recuerda la importancia de medir los tiempos y no pasar cinco horas seguidas tocando porque "es imposible". "Hay que intentar tocar 45 minutos y descansar 15. En el descanso, moverse, mover el cuerpo, cambiar de postura, hacer muchos movimientos que no se hagan mientras tocas para compensar".

Para seguir promoviendo la salud de los músicos, Ana Belén no solo quiere seguir en la clínica, sino que aspira a realizar proyectos de investigación para ampliar la "poca información que hay al respecto", y conseguir plaza en el Conservatorio para dar clases de técnica corporal y ergonomía aplicada. "Está genial que empiecen asignaturas cómo estas y me encantaría dar mi perspectiva como músico y fisioterapeuta de músicos". Todo ello, añade, sin dejar de tocar la flauta travesera que le ha acompañado hasta aquí.