Málaga

La mujer toma protagonismo en el mundo de la arquitectura. Las estadísticas confirman que en España hay casi más féminas formando el oficio que hombres. Sin embargo, esta realidad no esconde la existencia de una brecha salarial entre géneros.

De ello habla con EL ESPAÑOL de Málaga Ruth Schagemann, presidenta del Consejo de Arquitectos de Europa, que estuvo de visita a la capital de la Costa del Sol la pasada semana para participar en la ponencia estÉTICA Aportaciones a la arquitectura y el urbanismo desde la sostenibilidad y la inclusión social.

Ha sido la primera ocasión en la que ha podido pisar las calles de una urbe que, como ella admite, ha sido objeto de una importante transformación y que tiene el reto de aprovechar al máximo las oportunidades que brinda la financiación de la Unión Europea.

-¿Conocía Málaga? 

-Yo era la típica turista que no entraba a Málaga, que solo aterrizaba en el aeropuerto y continuaba viaje hacia Tarifa. De eso hace más de 20 años. Hemos estado caminando y comprobamos el cambio sufrido por el puerto, con la ganancia de terrenos y que se ha convertido en una pasarela impresionante, con el Pompidou al final.

-Málaga tiene abiertos debates sobre ciertos desarrollos urbanísticos. ¿Qué valor le da a la participación ciudadana en la manera de intervenir en las ciudades? 

-Es más importante que nunca. En el entorno europeo es la primera vez que las entidades han previsto la necesidad de desarrollar el medioambiente. Es una prioridad para las instituciones europeas. No se trata del desarrollo por sí, sino con la idea de la sostenibilidad, lograr la independencia de los combustibles fósiles.

-¿Le han puesto al día lo que está ocurriendo con la torre del puerto? ¿Cree que proyectos de esa envergadura deben ser objeto de una amplia participación?

-Sí. El tema de la participación es un elemento importante en las discusiones que tenemos en el contexto europeo. El desarrollo del medioambiente no puede ser algo tecnocrático. La colectividad tiene que tener un papel muy importante. Es verdad que no en todas las etapas de la tramitación, pero sí hay momentos en los que hay que preguntar por esa opinión.

"El tema de la participación es un elemento importante en las discusiones en el contexto europeo; la colectividad tiene que tener un papel muy importante"

-Se trata de abrir el debate arquitectónico y urbanístico a la ciudadanía. Pero ¿las instituciones están preparadas para ello?

-No hay otra opción. Es una parte muy importante para desarrollar los aspectos sociales y culturales. Si queremos transformar Europa en un continente neutro, que es lo que se pretende hasta el año 2050, es algo que tenemos que hacer.

-Usted ha venido a Málaga a participar en una ponencia sobre sostenibilidad. ¿El presente y el futuro de la arquitectura pasan por ello?

-Absolutamente. Por fin estamos en eso. Desde el Consejo estamos trabajando en la calidad de la arquitectura y del medioambiente desde hace más de diez años. No es algo nuevo para los arquitectos. Pero sí que la Unión Europea, que las instituciones por fin lo entienden. Hay un cambio de paradigma que no existía hace dos años. 

-Hace unas décadas unir en la misma frase el urbanismo y la arquitectura con la sostenibilidad chirriaba. El tiempo actual es otro…

-La profesión está preparada, es el momento de ejecutar, porque tenemos buenas ideas en toda Europa. Hay muchas ciudades que ya están aplicando estas transformaciones. España está liderando esa apuesta por la calidad en la arquitectura. 

-Europa apuesta de manera clara por esta línea de acción en los fondos Next Generation. ¿Cómo cree que España, Andalucía, Málaga debe usar esos cientos de millones?

-En Italia han pensado usar buena parte de ese dinero en colegios que tienen estructuras muy antiguas, adaptándolos a las necesidades actuales. En España sería muy importante pensar en estrategias y fijar las metas a las que destinar ese dinero. Es una oportunidad única. No solo es arquitectura, es una idea urbanística, es paisaje. 

-Habla usted del paisaje. ¿Qué importancia debe tener a la hora de entender el urbanismo?

-Enorme, es indispensable. Es verdad que en la discusión sí se le da importancia al paisaje, pero hay que involucrarlo más para el futuro. 

-En esa apuesta por la sostenibilidad, ¿la arquitectura ha superado definitivamente el tiempo de los proyectos faraónicos vinculados a los grandes arquitectos 'estrella'?

-Creo que es valioso tener arquitectos excepcionales. Pero cuando una analiza la profesión se da cuenta de que la mayoría son oficinas chiquitas, de una a cinco personas. Tenemos que cambiar de una idea de la excepcionalidad a lo común, porque la calidad tiene que ser común a todos los proyectos.

-¿Los arquitectos 'estrella' han hecho más mal que bien a la profesión?

-Existen. Aquí ahora tenemos el festival de cine. Claro que están los excepcionales y están las telenovelas. Aunque no se trata de comparar a los arquitectos con la telenovela…

(En ese momento de la conversación, interviene el presidente del Consejo de Arquitectos de Europa, Fulgencio Avilés, quien pone en valor cómo en los últimos años los Premios Pritzker (considerado como el Nobel de la Arquitectura) ha valorado a "estrellas que bajan al terreno", caso del africano Francis Keré)

-¿Qué ha aprendido la arquitectura de la pandemia?

-Mucho. No podemos vivir en casas donde no hay posibilidad de salir. La terraza tiene una función importante. En España no se pudo salir durante semanas a la calle salvo que te comprases un perro. Otro valor añadido es que la sostenibilidad tiene que estar presente al máximo, no hay otra opción. Esto también es extensible a la manera que tenemos de entender los espacios públicos.

-Al final, el trabajo de un arquitecto tiene que ir de la mano del promotor, de las instituciones. ¿Esa apuesta por la sostenibilidad llega también a los clientes?

-Para los arquitectos es muy difícil convencer a un cliente sobre el valor de la calidad en el sentido económico. No es fácil. Pero es verdad que hay desarrollos en las áreas financieras, mediante la taxonomía, que define productos sostenibles. Esto va a permitir un cambio en el entorno financiero, de los inversores. Porque si cambian en esa dirección van a recibir mejores fondos.

-Ver a una mujer como usted al frente de una institución resulta aún algo extraño. ¿La arquitectura es una profesión machista?

-No. Es importante que el entorno del trabajo, las empresas, den la oportunidad a las mujeres para desarrollar su labor y sus ideas como quieran. Pero al final es la mujer la que tiene que decidir cuánto tiempo quiere invertir en el trabajo. Y eso obliga a tomar la decisión de familia-trabajo, familia-trabajo, todo el tiempo. Yo tuve la suerte de tener a mi hijo bastante temprano, con lo que pude crecer con él. Pero cada mujer tiene que tomar esa decisión.

"Es importante que las empresas den la oportunidad a las mujeres para desarrollar su labor y sus ideas como quieran, pero son ellas las que tienen que decidir cuánto tiempo quiere invertir en el trabajo"

-¿Puede darse el caso de que el encargo de un proyecto se condicione por si el arquitecto es hombre o mujer?

No. Pero es verdad que no se puede trabajar en un proyecto al 50%. Si quiero hacer el proyecto tengo que estar al 100% y no sé quién cuida a mis hijos, si mi marido, si necesito ayuda.

-¿Eso que me dice se aplica también al hombre?

Exacto. Cuando empecé a estudiar la gente me preguntaba qué quería estudiar. Y respondía: Arquitectura. Y lo que me decían era: "¿Ah, diseño de interior?" "No, quiero ser arquitecta". Eso fue hace más de 30 años. Eso ha cambiado bastante. Hoy sí como mujer digo que quiero estudiar Arquitectura nadie me va a responder con lo de diseño de interiores.

-En el actual escenario bélico de Ucrania, el Consejo de Arquitectos de Europa viene manteniendo reuniones periódicas con la Comisión Europea. ¿Qué pueden hacer los arquitectos?

-El arquitecto tiene un papel muy importante en la primera emergencia, con la construcción de refugios. Hay que pensar en cómo mover a la gente a puntos donde vivir durante meses; cómo transformar el espacio. A eso se suma que hay muchas mujeres con hijos que quieren trabajar. Podemos ayudar a esas arquitectas dándoles trabajo. Y en la reconstrucción de Ucrania. Una colega de allí nos lo explicó en una charla. "Nosotros necesitamos conocimiento en la reconstrucción de nuestro país".

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