El Real Club Mediterráneo de Málaga está en plena campaña electoral. Dos candidaturas se enfrentan por regir los designios de la institución entre 2022 y 2026. Por un lado, Eduardo Cestino, actual presidente; por otro, Silvia García, como candidata alternativa.
Si hay un tema que tiene en tensión a los socios de esta entidad es el futuro de la concesión de los terrenos sobre los que actualmente se levanta la sede social, las piscinas y los equipamientos deportivos y de restauración. La concesión por parte del Puerto de Málaga de la sede del Paseo de la Farola termina a finales de 2027. Sea como fuere, la persona que ocupe la presidencia tendrá que dar los pasos necesarios para evitar futuros problemas.
Hoy, la Autoridad Portuaria tiene constancia de la declaración de innecesariedad, pero "no se ha dado ningún paso más", indica Carlos Rubio a EL ESPAÑOL de Málaga. Los suelos siguen siendo de dominio público por lo que "habría que hacer el proceso de desafectación".
Sin embargo, Rubió afirma que no está claro que ese procedimiento esté hoy "dentro de los planes de la Autoridad Portuaria". Así, asevera que no hay decisión alguna tomada en torno a la venta de esos terrenos, por lo que habrá que esperar "las propuestas y saber cuál será el procedimiento, aunque actualmente no es una prioridad" para el Puerto de Málaga.
El presidente del organismo portuario admite que en el supuesto de que la opción de la venta quede definitivamente descartada, este privilegiado espacio de la ciudad será objeto de una nueva concesión. "Actualmente tiene una concesión antigua; en cualquier de los casos, siga o no el Club Mediterráneo, habría que revisar las condiciones porque tenemos la obligación legal de cobrar las tasas que corresponden", ha afirmado.
Los terrenos en las elecciones
En los programas electorales de las dos candidaturas se puede leer un apartado especial sobre la concesión de la sede social.
El actual presidente, Eduardo Cestino, en su programa se dirige a los socios indicando que en estos últimos años se han volcado en "mantener un permanente contacto con Autoridad Portuaria, Ayuntamiento de Málaga, Diputación Provincial y Junta de Andalucía para vislumbrar el futuro concesional de la sede social de nuestro club".
Igualmente, señala que hasta el momento "las negociaciones dejan abiertas las puertas a la adquisición por parte de nuestra entidad del suelo y las instalaciones en las que se encuentra nuestra sede social", una opción diferente a la de la renovación de la concesión.
El principal empeño de Cestino y su equipo, según declara en el programa electoral, es comprar el terreno. En su haber, la actual junta directiva ha conseguido que el Real Club Mediterráneo sea considerado de Utilidad Pública Estatal desde diciembre de 2021. A raíz de esta declaración, tanto la Junta como el Ayuntamiento se comprometían formalmente a colaborar en las gestiones para la desafección de los terrenos y posterior adquisición.
En el caso de Silvia García, indica específicamente: "Este es, sin duda, el punto que genera más inquietud a los socios y esta intranquilidad se irá agravando a medida que se acerque 2027". En el mismo apartado, indica que no pretende "llamar al alarmismo" y se compromete a ser "lo más transparente posible".
Igualmente, señala que crearán dos equipos de trabajo, uno técnico y otro administrativo e institucional que "valorarán la situación y plantearán las actuaciones a realizar, contemplando distintas soluciones y alternativas viables técnica y jurídicamente". Los resultados y conclusiones serán "comunicados a los socios".
Obras en marcha
La otra sede del Real Club Mediterráneo se encuentra en el puerto deportivo que se construyó tras abandonar la institución la antigua Casa de Botes. Ha sido precisamente el 30 de marzo, en plena campaña electoral, cuando se ha anunciado que se retomaban las obras del segundo edificio de la marina.
Unas obras que se detuvieron a solicitud de la Autoridad Portuaria por si el espacio era necesario para la celebración de la Copa América, según un comunicado de la entidad. Al no ser Málaga la sede del torneo, se han propuesto reanudar los trabajos "a la mayor brevedad".
Otro de los asuntos sobre la mesa en estas elecciones es el de la concesión del servicio de restauración. El Club anunció a finales de febrero que por una circunstancia ajena a él, relacionada con el abastecedor, todos sus restaurantes cerrarían. Actualmente siguen sin un servicio a falta de concluir el proceso concursal de la actual concesionaria.