La pujanza del sector inmobiliario en la provincia de Málaga se mantiene firme. Las buenas sensaciones con las que la industria del ladrillo ha arrancado 2022, dado continuidad a un buen 2021, quedan refrendadas por el comportamiento del cliente finalista. Así lo atestiguan las últimas cifras de compraventa publicadas este viernes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), correspondientes al pasado mes de marzo.
Conforme a estos últimos resultados, el número de operaciones cerradas ha sido de 3.880, lo que supone una media de 125 diarias. La comparativa con el mismo mes de 2021 muestra un crecimiento del 63,2%, mientras que si se pone el foco sobre lo ocurrido en marzo de 2019, antes de la llegada de la Covid, el aumento es del 42,4%. De un periodo a otro se venden de media 37 viviendas más cada día.
Si bien esta mejora afecta a todos los productos residenciales, es especialmente significativo el comportamiento del de nueva ejecución. El pasado marzo se enajenaron 926 inmuebles de este tipo, un 72,5% más que en marzo de 2021 y un 90,5% más que antes de la pandemia.
Los datos del INE permiten, asimismo, conocer el comportamiento del primer trimestre del ejercicio. En este periodo son 11.165 (unas 124 diarias) las compraventas realizadas, un 38,7% más que las 8.051 de 2019 (89 diarias), antes de la crisis sanitaria. Tomando como referencia los tres meses del arranque de 2021, cuando se enajenaron 7.240 casas (menos de 81 diarias), la mejora alcanza el 54,2%.
En el conjunto nacional, la malagueña es la cuarta provincia con más operaciones, sólo por detrás de las 22.467 de Madrid, de las 16.446 de Barcelona y de las 12.163 de Alicante. No obstante, es de apreciar que el crecimiento del sector inmobiliario en Málaga el último año es superior al de Madrid y Barcelona, donde se observa una evolución del 15,5% y del 19%, respectivamente, En el caso de Alicante, este porcentaje es del 54%.
Donde se hace más patente el interés que la provincia sigue despertando en los compradores de vivienda es en el producto nuevo. Entre enero y marzo han sido 2.655 viviendas nuevas las vendidas, sólo por detrás de las 3.060 de Barcelona y de las 5.837 de Madrid. Dos plazas respecto a las que se va recortando la distancia en este tipo de inmuebles.