¿Adiós al botellón en la Feria de día en Málaga? Vecinos se quejan de que las medidas "son muy tímidas"
La Federación de Peñas defiende un modelo en el Cortijo de Torres que apueste por las "casetas familiares" frente a los establecimientos de restauración.
24 mayo, 2022 05:00Noticias relacionadas
Aunque todavía no hay ninguna decisión en firme, la idea de limitar la venta de alcohol y hielos durante la feria de agosto en el Centro de Málaga para evitar los macrobotellones ya ha despertado las primeras reacciones. Desde la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo, principales testigos de la vida del casco histórico durante todo el año, se muestran tajantes con las medidas propuestas: "Todo lo que no sea trasladar la Feria al Real, no tiene sentido", afirma su presidente, Carlos Carrera.
Insisten en que "una cosa es que haya ambiente (adornos, la noche de los fuegos, decoración de interiores, certámenes de música) y se note que la ciudad está en feria", y otra la experiencia que se repite cada agosto, en la que las calles de la almendra son un "megabotellón".
Es por ello por lo que Carrera incide en que las alternativas puestas a discusión "son muy tímidas": "Lo que tememos es que este año se traslade el botellón a las viviendas y pisos turísticos, tal y como ocurrió durante la pandemia. La gente, en grupos de amigos, alquilaba casas y apartamentos para montar allí las fiestas, con el consiguiente perjuicio a los vecinos y además burlando la actuación policial, que legalmente no puede acceder al interior de las viviendas a disolver nada", explica.
La feria del Real
Otro de los colectivos protagonistas de la Feria de Málaga es la Federación de Peñas. En declaraciones a EL ESPAÑOL de Málaga, el presidente de la entidad, Manuel Curtido, celebra que se esté estudiando esa medida desde el Ayuntamiento: "No podemos hacer otra cosa que no sea apoyarlo. El alcohol tiene que consumirse en los establecimientos, no en la calle; y por supuesto, por mayores de edad", subraya.
El debate sobre el modelo de fiesta que debe existir en la capital todavía no ha encontrado una respuesta. Los distintos actores siguen buscando definir un patrón al que todavía le quedan aristas por pulir. Aprovechando esta iniciativa, Curtido explica que la propuesta que se plantea desde las Peñas aboga por mantener "lo que actualmente está en vigor".
Así, abunda en la defensa de la feria del Centro, en la que bares y restaurantes conforman un argumento "gastronómico en torno al que disfrutan los asistentes". Sin embargo, sí que destaca que, aunque eso exista, el Real tiene que seguir siendo una "feria familiar": "No queremos que lo que haya en calle Larios o la Constitución se anule y se traslade al Cortijo de Torres. El ambiente allí está formado por casetas familiares y culturales".
De esta forma, aunque insiste en que "no están en contra de los restaurantes", sí que descata que las casetas del Real no pueden estar explotadas únicamente por estos negocios: "Lo ideal es que cada uno tenga su espacio y convivan. Las peñas son entidades culturales y tiene que seguir siendo así. Se está perdiendo ya que cada vez hay más establecimientos hosteleros allí".
Curtido explica que este tema genera una controversia "muy fuerte y difícil" de extrapolar a nivel público: "Si al lado de una caseta tradicional ponen un restaurante, las peñas no vamos a poder competir". Se lamenta de que están en una situación desfavorable frente a "otros grandes nombres".
Incluso va un paso más allá y resalta lo importante que sería mantener el Cortijo de Torres con vida durante todo el año: "Se trata de un espacio inmenso que usamos durante una semana y que luego vuelve a convertirse en un descampado. El caso más evidente lo hemos tenido estos dos años, con la pandemia. No podemos permitirnos tenerlo vacío".
Eso sí, matiza que para ello es fundamental que se cuente con la Federación de Peñas y la sociedad civil, especialmente en lo que al repato de casetas respecta: "No se le puede dar ese espacio a los restaurantes que usan la feria durante una semana solo, hay que apostar por las entidades sin ánimo de lucro como las peñas. Nosotros sacamos dinero, sino que aportamos con ese enfoque cultural de nuestra música y bailes. No queremos que se convierta en un macrobotellón".