Tras muchos años en el olvido, el primer gran incendio del verano en la provincia de Málaga, que ha afectado a 4.866 hectáreas de monte de Benahavís, Pujerra, Júzcar, Estepona, Faraján e Igualeja ha vuelto a colocar el foco sobre La Resinera, la gigantesca finca que fue de Muamar el Gadafi y que hoy está en manos del Lybian Foreign Bank.
El protagonismo de este enclave es lógico si se tiene en cuenta una doble realidad. La primera es que fueron unos trabajos con maquinaria pesada en el interior del paraje los que, según la investigación, ocasionaron el fuego que luego se extendió de manera rápida.
Y la segunda, que tras las mediciones técnicas realizadas se sabe que casi 4.600 de las hectáreas quemadas, lo que equivale al 95% del total, se localizan dentro de este espacio privado. Las restantes 270,78 hectáreas corresponden a monte público. Atendiendo a estos datos, consultados por EL ESPAÑOL de Málaga, de las alrededor de 6.900 hectáreas de La Resinera, casi el 66% ha sido tocado por las llamas.
A estos dos factores hay que agregar un tercero más relacionado con el deseo del antiguo líder libio, posteriormente reactivado por la actual propiedad, de impulsar un potente proyecto residencial-turístico en parte de los terrenos. La iniciativa, enterrada por las administraciones hace años, afectaba a unas 480 hectáreas de suelo, clasificadas como urbanizables en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Benahavís del año 1997.
Sobre esa extensión, localizada en la zona sur, se llegaron a dibujar un campo de golf de 18 hoyos, más de un millar de viviendas, equipamientos docentes, deportivos y sociales, geriátricos, clínicas y un palacio de congresos.
Aquí queda resumido el pasado y el presente de La Resinera, la mayor finca de la provincia de Málaga y posiblemente la más grande de toda la costa mediterránea. Pero ¿cuál es su futuro? Más allá de las necesarias labores de repoblación que deberá asumir el propietario, el simple hecho de que se haya visto afectada por un incendio preserva durante los próximos 30 años toda la extensión que ya estaba protegida de cualquier tentación de cambio de uso.
Así lo prevé la Ley de Montes, que busca con ello que se evite cualquier especulación aprovechando el incendio de determinadas superficies. Esto, de inicio, no afecta a la zona que ya estaba considerada como urbanizable en el plan del 97. Por ello es relevante conocer los movimientos que desde hace meses viene realizando el Ayuntamiento de Benahavís en materia de planeamiento.
Técnicos de la Administración local explican a EL ESPAÑOL que en las próximas semanas está previsto presentar para su debate en el Pleno el avance del nuevo Plan General de la localidad. Un documento que, en síntesis, sigue el modelo del de 2018 pero que fue anulado por los tribunales.
"El PGOU del 97 no es posible adaptarlo a la nueva ley andaluza por lo que se ha optado por avanzar en la redacción de un nuevo planeamiento", explican desde el área de Urbanismo de Benahavís.
Las fuentes indican que en el caso de La Resinera se prevé la fijación de una pieza de unas 200 hectáreas como suelo urbanizable no sectorizado, que serán mantenidas de inicio como rústico. ¿Supone esto que esa superficie no podrá desarrollarse en un futuro?
No. Sobre ello, los técnicos precisan que cabe la posibilidad de que la propiedad tramite una actuación de transformación urbanística mediante la que poner en carga el terreno.
Pero siendo cierta esta opción, la previsión es que cualquier intervención que pueda materializarse en la zona sea con "muy baja densidad y primando la calidad". A modo de ejemplo, recuerdan lo que sucede en La Zagaleta, uno de los espacios más lujososo desde el punto de vista residencial de toda España, donde la densidad es de 1 vivienda por cada hectárea.
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