Uno de los principales cambios que han venido de la mano de las nuevas normas diocesanas (presentadas por el Obispado en 2019) han sido las elecciones en las cofradías. Si bien ya estaban reguladas con anterioridad, este decreto homogeniza la manera la que las corporaciones tienen celebrar sus procesos internos. Comisión electoral, cursos de formación, limitación de mandatos o la fijación de fechas (tras la Semana Santa) son algunos ejemplos.
Sin embargo, hay un elemento común que sigue inalterable: la razón de ser. Grupos de personas que deciden dar un paso al frente, recogen firmas, presentan un proyecto y que reciben el visto bueno, o no, de los miembros.
Lo mismo ocurre cuando participan dos o más candidaturas. En ese caso, es común escuchar hablar de dos términos: continuista, aquellos que pretender seguir por la senda marcada en la anterior mayordomía o rupturista, partidarios de un cambio.
Estos meses finales de la primavera y principio de verano han estado marcados en el mundo de la Semana Santa por la llamada al voto de una decena de cofradías de pasión.
Dos candidaturas
Dentro de este bloque nos encontramos con cinco casos. La Archicofradía de la Esperanza celebró el cabildo de elecciones el pasado 25 de junio, con dos candidatos a hermano mayor. La asamblea refrendó el proyecto encabezado por Sergio Morales (quien representaba la línea continuista), con 518 votos frente a los 228 que obtuvo José María Hinojosa. Además, se registraron nueve votos en blanco y uno nulo.
Situación similar a la que se vivió en Pasión. La hermandad del Lunes Santo citó a sus hermanos el 1 de julio para que se decantaran entre Antonio Fernandez y Álvaro González Torres. El equipo de Fernández (continuista) fue avalado por 304 votos frente a las 129 papeletas que consiguió González.
Esta tónica no se ha repetido en Crucifixión. Los hermanos de esta cofradía del Ejido respaldaron el viernes a Francisco José González, quien venció 115 a 54 a José A. Baena (candidatura continuista).
Aunque también se habían convocado en plazo, las elecciones de Nueva Esperanza y la Estrella no han celebrado. En ambos procesos concurrían dos opciones, sin embargo, han sido suspendidos por el Obispado. ¿El motivo? Ninguna de las candidaturas de Nueva Esperanza cumplían con los requisitos relativos al curso de formación. Por su parte, la Estrella interrumpió el proceso en la víspera de las votaciones tras la suspensión episcopal.
Una candidatura
Entre las corporaciones que mantienen al mismo hermano mayor al frente se encuentra el Monte Calvario. Los victorianos llamaron a sus miembros a la urna el 19 de junio, quienes refrendaron la candidatura encabezada por Arturo Fernández Sanmartín. En este caso, obtuvo 95 votos a favor y uno en blanco.
En calle La Unión, Antonio Ríos sigue al frente de Humildad y Paciencia, contando con 158 votos a favor y cuatro en blanco. Salvador de los Reyes, máximo dirigente de Mediadora, tuvo la aprobación de los 55 hermanos que participaron en el cabildo. Lo mismo que Francisco Javier Castillero en Salutación, quien ha obtenido la unanimidad de los 100 votantes.
El 27 de julio será el turno de Eloy Losada, que repetirá como hermano mayor de la cofradía de los Gitanos.