Málaga

El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, es una persona de buen carácter pero hoy le ha dado un buen tirón de orejas a los alcaldes y alcaldesas de los municipios de la provincia que reciben ayudas incondicionadas del ente supramunicipal, a los que "exijo y pido" que destinen inversiones a mejorar las redes de abastecimiento de agua en lugar de a otras historias como las fiestas del pueblo o, incluso, a "repartir jamones en Navidad"

Salado ha presentado un estudio en el que se indica que se están perdiendo 7 hectómetros cúbicos de agua al año por fugas en la red de abastecimiento de 51 municipios, la mitad de la provincia, por fallos de mantenimiento y roturas o, directamente, por usos fraudulentos para rellenar depósitos de riego o piscinas. 

Visiblemente molesto, Salado ha recordado a los alcaldes y alcaldesas que la Diputación ha dado 207 millones de euros en fondos incondicionados a los ayuntamientos desde 2019 -son aquellos que el Consistorio de cada municipio puede dedicar a lo que considere más necesario- y que este miércoles el Pleno de la Diputación ha aprobado la transferencia de otros 16 millones de euros. 

"Dinero se da y confío en los alcaldes y alcaldesas, pero hay que dar prioridad a la erradicación de fugas de agua porque estamos en una situación crítica en las reservas hídricas. Algo está fallando si hay alcaldes que creen más prioritarias otras cosas como potenciar las fiestas del pueblo y he visto repartir jamones en Navidad con los fondos incondicionados", ha afirmado Salado.

El presidente de la Diputación ha amenazado incluso con cambiar los fondos incondicionados a condicionados, es decir, a aportar dinero solo a proyectos concretos como puede ser la mejora de la red de abastecimiento de agua y no dejarlo al libre albedrío de cada regidor. "Si vemos que los datos no mejoran tendremos que condicionar los planes", ha advertido. 

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