Los grandes municipios de la provincia de Málaga llegan tarde a la hora de cumplir con la Ley de Cambio Climático y la obligación de crear zonas de bajas emisiones (ZBE) antes de 2023. Aunque la práctica totalidad de estos municipios, con más de 50.000 habitantes, dice estar trabajando en esta estrategia, no hay uno solo que esté en disposición de activar las restricciones al tráfico más contaminante en los meses que restan para que acabe el ejercicio.
De facto, ayuntamientos como el de Málaga, Torremolinos o Benalmádena, entre otros, se marcan el reto de desarrollar estas medidas a lo largo de 2023. Un calendario que si bien excede el marco de referencia de la Ley de Cambio Climático, sí respeta el tiempo fijado para cumplir con las millonarias ayudas europeas recibidas para el impulso de estos programas.
Sea como fuere, el texto legal es claro al respecto, subrayando la necesidad de que las localidades de más de 50.000 habitantes adopten "antes de 2023" planes de movilidad urbana sostenible que incluyan, por ejemplo, zonas de bajas emisiones.
Por dimensión, la ZBE proyectada en Málaga capital supondrá un salto exponencial en la manera de ordenar la movilidad. Como otras muchas ciudades, dispone de fondos Next Generation para afrontar el elevado coste económico de una intervención que puede requerir de unos 5 millones de euros.
El último paso dado por el Ayuntamiento en esta apuesta sin precedentes se dio a principios de mes, con la adjudicación de la intervención a las empresas Tecnologías Viales Aplicadas Teva, S.L y Tevaseñal, S. A. El plazo manejado es de un año a contar desde la formalización del documento. Algo que obliga a posponer, en el mejor de los casos, a finales de 2023 el momento en que esté operativa esta ZBE.
104 cámaras en 53 puntos de control
La operación prevé 104 cámaras en 53 puntos de control (17 de ellos de entrada, 19 de salida y 17 dobles, que permiten tanto la entrada como la salida) en un área de 437 hectáreas (4,3 kilómetros cuadrados).
Dispositivos que funcionarán a modo de filtros para evitar el acceso de los vehículos más contaminantes. Y que se dejarán sentir, en ejes principales como la Alameda Principal, el Paseo del Parque, el Paseo de los Curas, el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso y la Avenida de Andalucía, entre otros.
¿Qué se conseguirá con ello? Según los datos actuales, del orden del 35% de los vehículos que transitan por la zona Envolvente tienen etiqueta B (turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados desde enero de 2001 y diésel a partir de 2006), mientras otro 29% tiene la C (turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014).
Con la propuesta, se podrá reducir este tráfico a corto plazo, hasta rebajar el porcentaje de la etiqueta B hasta un 27,5%, mismo porcentaje para la C. Por el contrario, se incrementará la presencia de la etiqueta 0 (100% eléctricos, de pila de hidrógeno o híbridos enchufables con una autonomía eléctrica superior a 40 km) desde el 0,09% actual a un 12%, o la Eco, de un 1,3% actual a un 23%.
Los datos municipales concluyen que por el espacio geográfico delimitado transitan a diario del orden de 203.000 vehículos, con un recorrido medio de 3 kilómetros, emitiendo diariamente 95 toneladas de CO2 (28.520 toneladas de CO2 al año); 702 kg de CO (211 toneladas de CO al año); 144 kg de NOx (43 toneladas de NOx al año), y 15 kg de micropartículas (4 toneladas de PM al año).
Con la Zona de Bajas Emisiones, a cinco años vista serán unos 183.150 los vehículos que pasen por la zona, dato que caerá a 172.975 en 10 años, y a 162.800 en quince años. Y ello traerá consigo una reducción de los efectos contaminantes.
Torremolinos da el paso
Desde Torremolinos, informan a EL ESPAÑOL de Málaga de que la delimitación afectará a la zona Centro y que la misma entrará en funcionamiento "a lo largo de 2023". Para ello, el Ayuntamiento ha dispuesto de 643.000 de fondos europeos, a los que se suman otros 540.000 euros para el fortalecimiento de la ZBE.
Muestra de este paso adelante es que acaba de licitar parte de las actuaciones necesarias para la implantación de la zona de bajas emisiones. "El objetivo es la mejora de la calidad del aire en la ciudad, la reducción de emisiones de CO2 debidas al tráfico rodado y el fomento de la movilidad activa en el municipio", se indica en el proyecto, en el que se menciona la instalación de cámaras, sensores y otros instrumentos de control, así como el desarrollo de medidas para pacificar el tráfico.
Con esta intervención, el Ayuntamiento torremolinentes quiere que la zona de bajas emisiones entre en funcionamiento en noviembre de 2023. ¿En qué parte del municipio? Según se precisa, va a quedar encuadrada en un anillo delimitado por la calle Río Bergantes, la Avenida de los Manantiales, la Avenida Isabel Manoja, la
Avenida Palma de Mallorca, la Plaza de la Costa del Sol y la Calle Hoyo.
Según las mediciones municipales, por el perímetro de la ZBE circulan diariamente del orden de 20.000 vehículos por sentido, de los cuales entran dentro de la zona a restringir unos 10.000 en día laborable. El 45% de este tránsito es de paso.
Para controla al entrada a este espacio urbano, la propuesta incluye la creación de 8 puntos de control (entradas y salidas), que estarán dotados de 15 cámaras de lectura de matrículas. El presupuesto de la intervención que acaba de activar el Ayuntamiento ronda los 1,5 millones de euros.
Vélez-Málaga
En Vélez-Málaga empieza a avanzarse en este mismo camino. Desde el Ayuntamiento precisan a EL ESPAÑOL de Málaga que dos son las zonas donde se prevé actuar: el Centro histórico de Vélez, con unos 477.000 metros cuadrados, y el centro de Torre del Mar, con otros 227.000 metros. En ambos casos, actualmente se está en fase de aprobación del anteproyecto, con el objetivo de ejecutar las actuaciones antes de enero de 2024.
A estas intervenciones, el Consistorio veleño relaciona otras iniciativas desarrolladas en los últimos años, como la peatonalización de algunas arterias principales como la Plaza de Las Carmelitas, Calle del Mar y la Plaza Axarquía en Torre del Mar. Al tiempo, están en proceso de adjudicación las obras para la continuación de peatonalización del centro de Vélez por calle Camino de Málaga y calle Canalejas.
También valoran la implantación de estaciones de patinetes eléctricos de uso compartido, con 21 puntos de estacionamiento para 150 patinetes, y la reanudación del tranvía, que dispone de una subvención de los Fondos Next Generation.
En el caso de Fuengirola, el Ayuntamiento ha decidido incluir la petición de fondos para delimitar esta zona, con un valor próximo a los 3 millones de euros, a la segunda convocatoria de ayudas lanzada por el Ministerio de Transporte. Su intención es una vez confirmada la aceptación de la propuesta, activar la licitación de los trabajos.
Y en Benalmádena no se saben precisar los detalles de la Zona de Bajas Emisiones y ello a pesar de que ha recibido casi 2,9 millones de euros para esta intervención. Según los datos municipales, el proyecto incluye actuaciones complementarias sobre la red viaria para atenuar el tráfico (1.296.000 euros); la implantación de un carril de priorización para el transporte colectivo (1.008.000 euros), y la creación de un carril-bici (576.000 euros).
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