Haciendo uso del precepto acuñado por el fotógrafo francés Cartier-Bresson, la izquierda malagueña se adentra en el instante decisivo para su futuro más inmediato. El próximo 4 de diciembre, la plataforma Por Andalucía (conformada por IU, EQUO, Más País e Iniciativa) dará a conocer las listas con las que pretenderán conseguir la alcaldía de la capital. Si antes de esa fecha no hay acuerdo con Podemos, la otra pata fundamental dentro del espectro ideológico, ambas formaciones tendrán que concurrir a los comicios por separados.
Al menos así lo plantean fuentes consultadas pertenecientes al bloque Por Andalucía, que afirman que "el reloj está volcado". Desde que se conformó el grupo motor de la confluencia el pasado miércoles, los plazos han empezado a correr.
Por delante tienen el objetivo de cerrar las listas de una candidatura "plural y representativa" con todas las formaciones que componen el espacio. Las opciones que se barajan estarán condicionadas por el nivel de consenso alcanzado. En el caso de que no haya objeciones, la lista se aprobará por aclamación. Si finalmente no ocurre, "tocará ir a primarias".
Hasta el momento, se sabe que será Remedios Ramos, edil de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de la capital, la encargada de encabezar la papeleta de Por Andalucía. Por la otra parte, los afiliados de Podemos eligieron el fin de semana al también concejal Nico Sguiglia como candidato a la alcaldía por Málaga.
La clave está en saber cuál de los dos partidos acabará cediendo en sus exigencias. Desde PA ya han dejado claro que tienen la mano tendida, pero que ellos continúan construyendo su camino: "Si en algún momento se quieren subir, será con el tren en marcha y en el vagón que les toque", avisó Rosa Galindo. Misma tesis que defienden las fuentes consultadas, que aseguran que, hasta que ese momento se produzca (o no), ellos siguen trabajando en las cuestiones programáticas: "Tendrán que acatar el punto en el que estemos", subrayan.
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Por su parte, Podemos apela a la generosidad de sus compañeros. Alegan que en los tres últimos comicios han acabado cediendo en el liderazgo de las candidaturas. Así, recuerdan que en las municipales de 2019, Eduardo Zorrilla (IU) ocupó el primer puesto; lo mismo pasó en las generales de ese año, con Alberto Garzón y Eva García Sempere a la cabeza, y en las últimas autonómicas, con Inmaculada Nieto como número uno. La petición es clara: concurrir bajo la marca de Unidas Podemos y liderando la candidatura.
Crónica de un desencuentro
¿Qué ha pasado hasta llegar a esta separación que ahora busca reconstruir puentes? Según la versión de Izquierda Unida, Podemos se levantó de la mesa el pasado mes de septiembre, respondiendo a órdenes de la dirección nacional. Algo que contrasta con lo planteado en el día de ayer por el partido morado; su candidato a la alcaldía, Nico Sguiglia, afirmó que fue IU quien tomó la decisión y optó por "abrir camino con otras formaciones".
Sobre las declaraciones pronunciadas en la mañana de este lunes, Izquierda Unida emitió un comunicado en la noche de ayer asegurando que no entendían "el viraje": "Cuestiones con las que estaba de acuerdo hace poco más de dos meses, ahora parecen asuntos infranqueables, tales como los mecanismos para solventar la falta de consenso".
"Desde Izquierda Unida entendemos que la decisión de Podemos se aleja del camino que conjuntamente trazamos. Todas las organizaciones del espacio común habíamos acordado un proceso abierto, plural, participativo, democrático, transparente", continúan y concluyendo afrimando que "no es el momento de lanzar ningún órdago ni de plantear exigencias o líneas rojas".
El consenso interno
¿Por qué sí ha sido posible cerrar un acuerdo entre IU, Más País, EQUO e Iniciativa? La explicación, según defienden, está en que han sido capaces de "dejar atrás" el partidismo para llegar a un consenso.
Para ello, se han dotado de un acuerdo interno firmado por cada una de las organizaciones. La cuestión de base "no ha sido de discusión, sino de trabajo", contando con la dirección provincial de estas organizaciones.
La línea marcada en el programa electoral de Por Andalucía arrastra las reivindicaciones planteadas por la oposición en los últimos años. El eje fundamental se sostiene sobre la idea de modelo de ciudad. Así, optan por "acabar con políticas especulativas" que han llevado que "Málaga sea la quinta ciudad con el precio más caro (de la vivienda)".
La creación de un pulmón verde o la limpieza marcan la otra parte del camino. De hecho, inciden en las diferencias sociales entre cada uno de los distritos atendiendo a cuestiones como la forma en la que se comportó el covid en las distintas áreas o las temperaturas máximas: "Tienes más opciones en función de tu código postal", apuntan.
Unas tesis que coinciden con la hoja de ruta marcada por Podemos, quien también reconoció la necesidad de implementar políticas "más justas, verdes e igualitarias".
Las experiencias del pasado
En caso de no formalizar ese pacto, podría repetirse una experiencia similar a la vivida tras los comicios de 2015, cuando el Ayuntamiento de la capital contó con la presencia de tres partidos de izquierdas: PSOE (9 concejales), Málaga Ahora (4) e Izquierda Unida (2).
Esta tricefalia no se mantuvo cuatro años después. En 2019 Podemos e IU sí consiguieron firman el acuerdo que dio pie a la coalición Unidas Podemos y que obtuvo tres ediles. Por el camino se quedó Málaga Ahora y sus 4.300 votos, una cantidad insuficiente para obtener representación en la Casona del Parque.
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